Tiempo de hacer un agujero más en el cinturón cuando ya creíamos tenerlo apretado al máximo. Tras la subida de impuestos --con el IVA como el más polémico-- incluida en los presupuestos de este año y el drástico plan de ajuste de la economía --con la rebaja del salario de los funcionarios como medida estrella -- conocido en mayo y que ya está en vigor, llega el momento de nuevas reformas fiscales. Después de que el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, abriera recientemente la puerta a un aumento de la presión fiscal sobre las rentas más altas, varias autonomías socialistas se han puesto manos a la obra e incluso Cataluña y Baleares (donde el PSOE gobierna en coalición con otras fuerzas) ya la han puesto sobre la mesa.

Otras comunidades regidas por este partido --en este caso, en solitario--, Andalucía y Asturias, también han anunciado su intención de seguir la misma senda, mientras que el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, declina pronunciarse sobre este tema hasta presentar su paquete de medidas de ajuste la próxima semana en la Asamblea, en el debate sobre política general. Sin embargo, tras conocer los recortes de Zapatero --que apoyó por considerarlos "imprescindibles", aunque "difíciles"--, el responsable de la Junta de Extremadura ya anunció que no descartaba modificar algunos tipos impositivos y apuntó hacia los de las viviendas de alta gama.

Esta semana, Expansión ha publicado que los barones regionales del PSOE están coordinándose para hacer una subida fiscal en una operación liderada por el Ejecutivo extremeño que Vara no confirmó, pero tampoco desmintió. Por ahora, Cataluña y Baleares ya han sacado adelante reformas parecidas, que en el primer caso afectan a a quienes ganen más de 120.000 euros anuales (con un extra para los que superen los 175.000) y en el segundo tienen por objetivo las rentas de más de 100.000 euros al año, si bien en las Islas les subirán solo un punto, frente a los dos o cuatro de los catalanes.

SIN UNANIMIDAD Los presidentes de Andalucía y Asturias también han reconocido que están estudiando iniciativas similares. El extremeño, por su parte, no suelta prenda hasta el debate de política general --que adelantó a la próxima

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