Extremadura registra cada año 150 nuevos casos de esquizofrenia, lo que representa 15 pacientes por cada 100.000 habitantes, un importante impacto social que necesita el compromiso de la Junta, tanto en la atención a los enfermos como a los familiares que conviven con la enfermedad. Así lo expresó ayer el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, durante la inauguración de las Jornadas Extremeñas de Salud Mental que se celebran en Mérida, informa Efe.

Se trata de un seminario sobre salud mental en el que se han tratado asuntos como la esquizofrenia en Extremadura y su tratamiento farmacológico, así como las psicoterapias y los programas ambulatorios para trastornos mentales graves.

La comunidad registra más de 10.000 esquizofrénicos y la incidencia es de 15 nuevos enfermos cada año, "y estas personas necesitan disponer de recursos complementarios que traten también a los familiares".

Fernández Vara destacó la importancia del movimiento asociativo, que ha pasado de tener una posición de "resignación o reivindicación" a tener un "compromiso activo". También subrayó el cambio de modelo en el tratamiento de atención del enfermo, que ha pasado a ser atendido dentro de su propio contexto, siguiendo el modelo comunitario, para evitar que sean estigmatizados.

El presidente del Ejecutivo regional subrayó que existen otros tipos de trastornos relacionados con la salud mental que "sacuden" a los extremeños y que pueden alterar su vida cotidiana. Hizo en este sentido referencia a un estudio que señala que hasta 60.000 personas consumen en la Comunidad Autónoma medicamentos relacionados con patologías de la mente, lo que denota la trascendencia de las enfermedades mentales. Por ello, apuntó, "el conjunto de la sociedad debe de concienciarse e integrar a los enfermos, teniendo en cuenta sus limitaciones, para que gocen de una buena calidad de vida".