El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, recordó ayer a la Iglesia que "las creencias individuales no se pueden imponer nunca a la moral colectiva", en relación al llamamiento de la Conferencia Episcopal para que los diputados católicos voten contra la reforma de la ley del aborto. El jefe del Ejecutivo regional reconoció, no obstante, que los obispos están "en su perfecto derecho" de decir lo que crean oportuno", pero "una cosa es la moral individual y otra cosa las decisiones políticas" que se circunscriben, dijo, al ámbito de las Cortes Generales y a las instituciones que gobiernan España.

"Las creencias son personales, cada uno las tiene y en ningún caso nadie puede imponérselas a los demás", reiteró Vara, y si dicha institución no entiende eso "sencillamente estará faltando a algo que es fundamental, el respeto por las instituciones y por la base de la democracia".