El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha destacado hoy la importancia de seguir buscando nuevas posibilidades comerciales para aquellas producciones que tienen un estrecho vínculo con lo emocional, ligadas al territorio y que contribuyen a fijar la población en el mundo rural.

Vara ha visitado la feria internacional del queso 'Cheese 2017', organizada por la asociación Slow Food en la localidad italiana de Bra, donde ha mantenido un encuentro con Carlo Petrini, fundador de esta organización, para estrechar los lazos de Extremadura con el movimiento Slow Food.

Esta asociación ecogastronómica promueve una "nueva gastronomía" entendida como expresión de la identidad y la cultura, desde un enfoque multidisciplinar que defiende el placer vinculado al alimento, reflexiona sobre la educación del gusto y el derecho al disfrute con un nuevo sentido de responsabilidad.

Asimismo, aboga por el equilibrio con el ecosistema, defiende la biodiversidad agroalimentaria y el compromiso ético con los productores.

Fernández Vara ha recordado la importancia de abrir nuevas opciones de negocio en la estrategia para el desarrollo de la comunidad, que pone la economía verde y circular al servicio de la alimentación y la biodiversidad.

Slow Food fue fundada en 1986 por Petrini con el objetivo de contrarrestar los efectos del fast food y el fast life, que, a juicio de esta asociación, propician "la desaparición de las tradiciones gastronómicas locales, el desinterés general por la nutrición, los orígenes y sabores de los alimentos", según serecoge en su página web.

El queso es una industria importante en la ciudad de Bra y en la comarca del Piamonte, donde numerosas empresas comercializan sus productos bajo la etiqueta de "slow food".

Petrini, conocedor de algunas de las variedades de queso de calidad que se producen en Extremadura con leche de oveja y cabra, ha destacado su enorme potencialidad, tanto en producciones tradicionales como en innovación.

En ese sentido, Extremadura es una región que ofrece muchas posibilidades en este ámbito. De hecho, Extremadura fue catalogada por Petrini como "el paraíso slow" en una visita que realizó a la comunidad en 2010.

Dentro de la línea de colaboración fijada desde Extremadura con el movimiento Slow Food, Fernández Vara asistió el pasado año en Turín a la celebración del Congreso Terra Madre y Salone del Gusto, donde conoció de primera mano la filosofía de este movimiento.

En esta ocasión, el presidente extremeño ha trasladado una invitación oficial a Petrini para volver a visitar Extremadura y conocer el avance experimentado por el movimiento Slow Food en la región.

Slow Food entiende que la "nueva gastronomía" se basa en la libertad de elección y en la educación, porque "la comida es un placer que requiere toma de conciencia y responsabilidad".