Los embalses de Montijo, Los Canchales y Villar del Rey, todos ellos de la provincia de Badajoz, y el de Guadiloba, en Cáceres, mantienen sus compuertas abiertas para desalojar agua con el fin de evitar que estas presas se desborden y ocasionen anegaciones en poblaciones cercanas.

Así lo expuso hoy a Europa Press Televisión, Juan Donoso, trabajador de la Confederación Hidrográfica del Guadiana y que es el encargado de aliviar el agua sobrante del pantano de la localidad pacense de Montijo, donde se descargan hasta 100 metros cúbicos por segundo.

"Hay que aliviar porque entonces los ríos que nos entran de Mérida para acá, inundarían Mérida, porque el Albarregas subiría demasiado y hay que darle salida --a las aguas que trae--", indicó, además añadió que "se mantienen tres compuertas abiertas, las 24 horas del día".

Esta presa, que está al máximo de su capacidad, se mantiene con algunas de sus compuertas abiertas, desde el 23 del mes de diciembre, coincidiendo con el comienzo de las lluvias que están dejando mucho volumen de agua en los ríos, embalses y campos extremeños.

Otros de los embalses que se encuentran desembalsando agua son el de Los Canchales, en las inmediaciones de Mérida, que descarga, según los datos ofrecidos por CHG hasta 7 metros cúbicos por segundo y el de Villar del Rey que alivia 5 metros cúbicos por segundo. Mientras que en Cáceres, se mantienen también abiertas las compuertas del pantano Guadiloba, que abastece a esta ciudad.

Según las informaciones facilitadas por la confederación, a día de hoy la cuenca extremeña del Guadiana está al 56,38 por ciento de su capacidad total, con un volumen de agua almacenada en los embalses gestionados por este organismo que se eleva a 4398,20 Hm3, debido a las precipitaciones registradas durante las últimas semanas, que desde el mes pasado han aumentado en 1.462,8 Hm3 el agua embalsada.

La Agencia Estatal de Meteorología mantiene activado el aviso amarillo por riesgo de fuertes precipitaciones que pueden dejar en algunas zonas de la comunidad hasta 40 litros por metro cuadrado y rachas de viento huracanado que podrían llegar a los 80 kilómetros por hora.

Ante el temporal que sacude de nuevo la región, los emeritenses andaban hoy parapetados con paraguas, que en algunas ocasiones se ha llevado el viento, con chubasqueros y con ropa de abrigo.

Debido precisamente a los aguaceros que se están registrando en la capital extremeña, pasadas las 11.00 horas de hoy, los pocos tenderos que decidieron instalar esta mañana sus puestos en el mercadillo, ubicado en el ferial de Mérida, optaron por retirar sus artículos y recoger las lonas que habían dispuesto para guarecerse de la lluvia.

Uno de los vendedores del mercadillo, Manuel, señaló que "con la lluvia" los emeritenses "no salen", y por ello han decidido recoger. Otro de sus compañeros, Manolo, apuntó que era otro "día perdido", antes de apostillar que es la cuarta semana consecutiva que se tienen que ir con las manos vacías debido al temporal.