Esta noche y mañana al mediodía, los vecinos de la localidad pacense de Oliva de la Frontera reviven los últimos días de Jesucristo en escenarios naturales del municipio. Esta representación, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, cumple su 33 edición e implica, en las dramatizaciones y en la organización, a más de 600 personas, según el presidente de la Asociación Cultural Agrupación de la Pasión Viviente, Manuel Barroso.

A partir de las 22.00 horas, en las escalinatas de la iglesia de San Marcos, tendrá lugar la Santa Cena, desde donde Jesús (interpretado desde hace años por Antonio Nogales) se dirigirá al Huerto de los Olivos, en la plaza de España y, desde ahí, hasta la plaza del ayuntamiento, para ser juzgado ante Caifás. Las representaciones continuarán mañana viernes a partir de las 12.00 de nuevo ante la fachada de la parroquia, ya reconvertida en palacio de Pilatos, de ahí a Herodes, atravesando el paseo de las Palmeras, donde se ambienta un mercado de la época, hasta el palacio de Herodes, que lo devuelve a Pilatos. Comenzará el camino del Calvario, hasta el cerro de la ermita de Nuestra Señora de Gracia, donde tendrá lugar la trágica crucifixión.

Manuel Barroso recuerda una anécdota ocurrida el año pasado con un visitante que se acercó a conocer la Pasión Viviente desde Valladolid. Al llegar se informó de lo que iba a ver, y al terminar, cuando le preguntaron qué le había parecido, respondió: "Esto es algo más que un teatro".