Las previsiones de venta de cava extremeño siguen al alza. Las bodegas están adquiriendo mercados de exportación que les permiten vender más, a lo que se suma el aumento de la calidad de los espumosos extremeños y también «la desgraciada situación política» actual, que está contribuyendo a favor de este incremento. Así lo asegura el bodeguero Marcelino Díaz, uno de los creadores del cava de Almendralejo.

Según explica, la calidad del cava extremeño «va mejorando cada día», algo de lo que se da cuenta el consumidor y por ello demanda el producto de la región. «La situación política está contribuyendo algo a favor. Antes llamabas a las puertas de los distribuidores y ya tenían cubierta esta parcela, pero ahora nos llaman diciendo que quieren tener cava extremeño», asegura Díaz.

El bodeguero reconoce que «por desgracia», la situación política con Cataluña «sí ha beneficiado a los cavas extremeños», si bien estos también se demandan por sus «méritos propios». «Si no lo valiera, no lo tomarían los consumidores», ha evidenciado.

Marcelino Díaz ha recordado que los cavas de Extremadura nacieron en 1983, cuando él mismo, junto a otros dos empresarios (Pablo Juárez y Aniceto Mesías) tuvieron la idea de crear el cava de Almendralejo. Un producto que ha tenido en los últimos años un claro desarrollo tanto en superficies de viñedos como en producción de espumosos.

En ese sentido, Díaz ha apuntado que están próximos a los seis millones de botellas en comparación con las 6.000 con que iniciaron la producción en el año 83, por lo que, ha asegurado, ha sido «una progresión geométrica considerable». A ello hay que sumar que los datos seguirán aumentando, ya que la superficie de cultivo ha pasado de 400 hectáreas a 1.400, un millar más que darán sus frutos en tres años.

Respecto a los retos que el sector tiene por delante, el bodeguero apunta a la divulgación de la cultura del vino, pues aunque España es el país con más superficie de viñedo y uno de los tres primeros productores, es la octava en consumo.