El bullicio es incesante, típico de cualquier autobús que respire vacaciones. El mismo vocerío contrasta con la jornada maratoniana que unos y otros llevan a bordo. Un vuelo de frontera a frontera y unos cuantos kilómetros en suma para llegar al destino -300 para los de la ruta más lejana-. Niños y niñas corean en sus asientos uniformados con camisetas color lima a la espera de ser recibidos por sus familias de acogida. Muchos repiten. Como cada año, Extremadura recibe a los niños saharauis del programa Vacaciones en Paz.

Alrededor de 5.000 niños y niñas de campamentos de refugiados saharauis aterrizan estos días en el país, -acompañados de casi 400 monitores- donde pasarán el verano. Extremadura dio la bienvenida ayer a los primeros 150 niños de Tinduf (Argelia) -y 10 monitores- de los 180 que prevé albergar en julio y agosto. Aterrizaron en Sevilla a primera hora de la mañana y se desplazaron en tres autobuses a sus destinos entre Badajoz y Cáceres. Por una cuestión logística -el avión alberga a 160 pasajeros- el resto hará lo propio en los próximos días. El vuelo estaba previsto para mañana, pero la climatología -tormentas de arena- obliga a reajustar el plan de vuelo y embarcarán en los próximos días, concreta a este diario Ainhoa García Sansón, una de las responsables del equipo del programa de Vacaciones en Paz de la Federación Sáhara Extremadura (Fedesaex). En total, serán 126 jóvenes que no superan los 14 años los que se alojarán en la provincia de Badajoz y 54 harán lo propio en la Cáceres hasta finales de agosto. La fecha de regreso todavía está en el aire.

Cabe destacar que el año pasado fueron algo más de 200 menores los que se instalaron en la región durante dos meses. García achaca este descenso a la disminución del número de familias de acogida.

En Extremadura, el programa es gestionado por las Asociaciones de Amigos del Pueblo Saharaui en colaboración con la Delegación Nacional Saharaui y la Agencia Extremeña de Cooperación para el Desarrollo. Los objetivos del programa, según destaca la Federación Sáhara Extremadura pasan por evitarles dos meses de calor extremo, ofrecerles atención sanitaria especializada, educación complementaria y concienciar a los extremeños sobre la situación de conflicto del Sáhara. Al hilo de esto último, la Filmoteca proyecta hoy en Cáceres dos documentales sobre los refugiados en el desierto argelino.