Hoy se cumple un mes de la apertura del comedor escolar de verano organizado por la Asociación de Vecinos del Gurugú, cuyo centro social acoge a 50 niños no solo de este barrio, sino de otros aledaños como el grupo Sepes, La Luneta o Colorines.

El Centro Social del Gurugú atiende, además de las necesidades alimenticias durante las vacaciones --julio y agosto--, otras de tipo educativo y de ocio. "Sobre todo, es importante la convivencia social e interracial, y eso es posible porque nosotros trabajamos con estos niños durante todo el año", según explica el presidente de la asociación. Ricardo Cabezas lo hace tras recibir la visita de Emilio Jiménez, director general de la Fundación Caja Badajoz, que patrocina esta actividad, en la que también tiene una pequeña aportación la Fundación Educo.

La actividad acoge además a niños del Centro de Menores San Juan Bautista, que solo asisten a las actividades de refuerzo académico y de ocio, pero no se quedan a comer, ya que regresan al centro.

Jiménez departió con los pequeños, que ayer tenían arroz para comer y a quienes entregó un obsequio de la Fundación, durante la hora del almuerzo, después de que llegaran de sus baños en la piscina de La Granadilla, que era que lo tocaba. Otros días van a los talleres de 'Vive el Verano' en Castelar o realizan visitas como la que hicieron al parque de bomberos, "de donde salimos chorreando", apostilla uno de los niños con cara divertida.

Tras presentar Cabeza al visitante a los niños y darle las gracias por hacer posible el comedor de verano, Jiménez manifestó que "las gracias hay que dároslas a vosotros que organizáis la actividad y estáis al cuidado de los niños".