Es una de las obras de ingeniería más importantes del país tanto por su complejidad como por sus dimensiones y ostenta ya un récord mundial. El viaducto del AVE que salva el río Almonte, en los términos municipales de Garrovillas de Alconétar y Santiago del Campo, tiene casi mil metros de longitud y una altura sobre sus cimentaciones superior a 60 metros y sobre el nivel medio del embalse más de 100 metros. Es el punto de encuentro de la visita hoy de la ministra de Fomento, Ana Pastor, que comprobará in situ los detalles de la obra. Ubicado en el subtramo Embalse de Alcántara-

Garrovillas, dentro del tramo Talayuela-Cáceres, de la línea de AVE Madrid-Lisboa, comenzó a construirse oficialmente en marzo del 2011 y supone una inversión de más de 96 millones. La obra está ya en su fase final y debe estar lista a finales de este año, junto con otras dos grandes infraestructura de la línea, como son el viaducto sobre el Tajo y el túnel de Santa Marina, para recibir la alta velocidad a lo largo del año, según el compromiso entre las administraciones.

Cuando las obras concluyan será el puente ferroviario con el récord mundial de luz --equivalente a la distancia en horizontal entre los apoyos en tierra-- con 384 metros, superando al puente Dashegguan en China, con 336 metros, y al viaducto alemán sobre el lago Froschgrund con 270 metros. En España, el referente más cercano es el viaducto de Contreras, situado entre los límites de las provincias de Cuenca y Valencia, una de las obras emblemáticas de la ingeniería civil con un arco ferroviario de hormigón de 261 metros de luz.