Salvando las distancias sentimentales, tropas extremeñas están ya en Kosovo para el mantenimiento de la paz en la zona. Este territorio de la antigua Yugoslavia se ha convertido en la segunda patria para algunos soldados y mandos de la base pacense de Bótoa, de donde ayer partió un primer contingente compuesto por 160 militares, entre los que viajan doce mujeres, todos ellos procedentes del Regimiento Castilla XVI, de la Brigada Mecanizada Extremadura XI. Bajo las órdenes del comandante Daniel Pereda, son los primeros de un total de 531 militares de este regimiento, que se incorporarán a la misión mañana, el 3 y el 7 de febrero. Fue el 5 de septiembre del 2003 cuando más de 500 militares de esta brigada comenzaron por primera vez este trabajo en Kosovo y, tras su regreso completo en abril del 2004, los soldados extremeños vuelven ahora a la zona.

Como entonces, los soldados de este nuevo contingente han partido a Base España, en Istok, "cargados de moral e ilusionados en prestar este servicio de ayuda a los demás", asegura el comandante al mando.

SU PRIMERA VEZ Esa ilusión contrasta con las sensaciones de los numerosos familiares que acudieron a los aledaños de Bótoa para despedir a los militares. Uno de ellos, José David Caldeira, argumenta que "acuden a prestar una ayuda humanitaria, en una zona tranquilita".

"Mucha miseria y mucho frío" es lo que espera encontrarse la cabo Miriam Bejarano, que también parte por primera vez a Kosovo para prestar sus servicios como conductora que transportará comida para repartirla entre quien la necesite.

El primer contingente militar embarcó en un Boeing 737 de la Compañía Air Europa y el general jefe de la BRIMZ, en la que está integrado el Regimiento de Infantería Castilla XVI, José Ignacio Medina Cebrián, fue despidiendo a cada uno de los efectivos, a quienes desea una buena y fructífera estancia.

Ellos han sido los primeros, pero mañana a las 12.25 horas está previsto un segundo vuelo, que enlazará con otro de Madrid. El tercer contingente, compuesto por 160 efectivos, saldrá a las 11.15 horas del 3 de febrero, mientras que el cuarto partirá a la misma hora del 7 de febrero con otros 160.

Antes de regresar en abril del 2004, los 643 militares de la base de Bótoa desplazados a los Balcanes realizaron 4.500 misiones en siete meses.