Vicente García Estop estaba cansado de leer cartas con quejas sobre el servicio 112, a su juicio no siempre justificadas. En su caso, desde luego, la rápida intervención de un equipo sanitario avisado por el 112 impidió que una arritmia cardiaca le llevara, a principios del año pasado, "para el otro barrio", según sus propias palabras. Tanto es así que aún se emociona al recordar como llegó a verse "con un pie para allá" y como siente que se quedó acá gracias a la intervención del citado centro de emergencias.Es por ello que decidió rendirles un homenaje y contactó, a través de los medios de comunicación, con otras personas atendidas por el 112. Más de una decena de ellos escribieron un libro con sus historias y sus agradecimientos que el año pasado le entregaron a una representación del servicio, junto con una placa en la que puede leerse "¡Qué bello es vivir! Al servicio 112 con nuestro agradecimiento por darnos la oportunidad de volver a nacer"."Se ve todos los días, pero hasta que no te toca no te das cuenta del valor que tiene", asegura Vicente (en la foto, en el centro de salud donde sufrió la arritmia). "Es muy duro pensarlo, pero gracias a ellos está uno aquí contándolo".