Francisco Javier Ramos es un vecino de Coria amante de los toros. Una de sus mayores aficiones es ir con la cámara cargado, de pueblo en pueblo y de plaza en plaza, para grabar las imágenes más impactantes de corridas y sueltas de toros. Muchos de esos momentos son alegres, pero hay otros trágicos como el que captó el pasado fin de semana en Casas de Millán. Ramos está acostumbrado a ver cogidas parecidas, pero eso no impide que le afecte cada vez que el toro embiste a alguien. Con el eslogan De la risa a la tragedia , este joven recorre los pueblos extremeños y después, junto a otro compañero, comercializa las imágenes en vídeo. N. AGUT