Cuando se habla de glaciares nuestra mente suele trasladarse a algún lugar de la Antártida rodeado de hielo y al que sólo acceden algunos científicos para completar estudios sobre fauna, flora y clima. Pero para ver glaciares no hace falta irse tan lejos. En España existen varias formaciones de este tipo, aunque 13 de ellas tienen un pequeño matiz, son glaciares rocosos. Y tampoco tenemos que buscar muy lejos para encontrar a sus investigadores: están en Extremadura.

Todo empezó en 1991, cuando el ahora profesor del Area de Geodesia, Cartografía y Fotogrametría del Departamento de Expresión Gráfica de la Uex, José Juan de San José comenzó su trabajo de investigación para una tesis en la que pretendía realizar la medición de la dinámica de un glaciar rocoso, el de Las Argualas, en los Pirineos.

GLACIARES QUE ESTAN VIVOS

La diferencia con los glaciares blancos --así se denominan-- es que los rocosos tienen el hielo por debajo, ya que los derrumbes que se producen en las paredes cubren de piedras la zona helada, "pero sabemos que está activo porque se ven surcos y arcos en el suelo que dan sensación de movimiento", sostiene De San José. Y de eso se trata, de conocer el movimiento que se produce en el glaciar con el paso del tiempo. "Si el bloque de hielo sufre variaciones algo está pasando, se pueden ver los cambios climáticos, se puede predecir la desaparición del glaciar", asegura el profesor de la Uex.

A raíz de esta investigación y de sus resultados, llegaron mediciones en otros glaciares, uno en Huesca (Posets) y otro en el pico del Veleta. Los trabajos, en los que también participa el profesor Alan Atkinson, del mismo departamento, han cobrado relevancia a nivel nacional e internacional, y en septiembre los dos investigadores partirán con una expedición al glaciar del volcán Popocatepetl, en México, a fin de realizar mediciones que permitan su control.

Existen varias técnicas de medición, como son la geodesia y la fotogrametría terrestre o aérea. La mejor y más cómoda es la fotogrametría (la medición a través de la fotografía) y Extremadura está a la vanguardia en cuanto a medios técnicos y humanos. La dificultad de llevar a cabo trabajos en este campo con la fotogrametría radica en que esta técnica necesita aparatos especiales muy caros (cámaras, escáners, restituidores...) que la universidad extremeña tiene la suerte de disponer. La ventaja es que se pueden realizar proyectos con un presupuesto mínimo. Por ello, la Uex está en el punto de mira de los científicos, quienes requieren sus servicios para completar proyectos como el del volcán mexicano.

El objetivo de la fotogrametría es obtener una cartografía a través de fotografías a las que se pega la textura de la propia foto y se obtiene una simulación en tres dimensiones. La ventaja es que "puedes llevarte la foto a casa para su estudio y no tienes que estar sobre el terreno midiendo con varillas, con las dificultades que eso supone, y, además, con esta técnica trabajamos con precisiones de más menos cuatro centímetros", sostiene De San José.

GRAN UTILIDAD

Pero, ¿para qué sirve la medición del movimiento de un glaciar? Según el profesor de la Uex, estudiando los glaciares españoles se puede analizar, entre otras cosas, el cambio climático. Pero, además, la técnica se puede aplicar al control de deslizamiento de laderas, en zonas edificadas sobre arcillas expansivas...

El peligro que existe en el glaciar del volcán mexicano que estudiarán los investigadores de la Uex es que su actividad derrita la nieve y se produzcan inundaciones en los pueblos cercanos. "Se quiere hacer un estudio con este glaciar para ver cómo se puede extrapolar a otros glaciares". Así, se realizarán diversas fotografías desde un helicóptero que servirán para elaborar los informes.

Para manejar todos estos datos, el Departamento de Informática trabaja en el desarrollo de un programa que completará las técnicas de fotogrametría de la Uex.