Desde primeras horas de hoy domingo Villanueva de la Vera celebra una de sus tradiciones más hondas y arraigadas, cuyo origen se remonta a la época medieval. Se trata del Pero-Palo, una fiesta declarada de Interés Turístico Regional.

El muñeco que representa al malvado malhechor ha sido confeccionado por los peropaleros durante la última noche en un lugar secreto. Hasta la tarde del próximo martes el pelele será paseado por las calles del pueblo de forma incesante en un ritual que se repite cada año, bajo el epígrafe de judiá , en presencia de varios miles de personas que acuden al municipio para asistir a los ritos de un Carnaval único en muchos kilómetros a la redonda.

El martes es la jornada más importante de los festejos. Antes de las diez de la mañana, un jinete vestido con una arpillera y la cara tiznada comunicará al vecindario, montado en un burro, que el Pero-Palo ha sido condenado a muerte. Por la tarde, los vecinos se engalanan con los trajes típicos y asisten al ofertorio, donde los quintos del año amenazan con sus respectivas ristras de calabazas a todos aquellos que acuden a firmar.