¿Es posible identificar a qué denominación de origen pertenece el vino que consumimos? ¿Puede el consumidor poder evitar los fraudes de este caldo tan preciado a la hora de adquirirlo? Mediante la medida de su contenido mineral es posible saber de dónde procede cada vino que bebemos y sobre todo qué niveles de minerales contiene (como el zinc o el litio o el estroncio) y hasta qué límites estos llegan a ser tóxicos.

Para ello, el doctor Guillermo García Rodríguez, deL área de Toxicología de la Universidad de Extremadura (Uex), ha desarrollado un método de análisis que identifica a qué denominación de origen pertenece un vino en según los elementos minerales que tenga.

A partir de un estudio comparativo con las denominaciones de origen Ribera del Guadiana, Méntrida (Castilla La Mancha) y Rías Baixas (Galicia), este investigador ha logrado, además, establecer los límites de toxicidad de cada uno de los caldos, entendiendo que este líquido bermejo contiene también elementos inorgánicos potencialmente tóxicos, claro está, siempre en su justa medida y hasta cantidades máximas que la legislación establece.

La investigación doctoral, denominada los Niveles de elementos inorgánicos en vinos de las Denominaciones de Origen Méntrida, Rías Baixas y Ribera del Guadiana: estudio comparativo y caracterización ha sido dirigida por el profesor Marcos Pérez López.

Cuando bebemos vino no solo saboreamos el zumo de la uva y los aromas de su maceración en barrica, además, el caldo contiene componentes inorgánicos como el aluminio, arsénico, el cobre, hierro, litio o níquel, entre muchos otros. Por ello, García Rodríguez ha dedicado su estudio de investigación a establecer en qué niveles los rosados, tintos o blancos de estas tres denominaciones se enmarcan.

Tras el examen, el doctor determinó que "los vinos en los que no se superó ningún límite de los elementos tóxicos fueron los de Ribera del Guadiana". Mientras, Rias Baixas y Méntrida presentaron concentraciones más elevadas a la media, algo que por otro lado no supone un riesgo para el consumo moderado (350 mililitros de vino semanales) pues no superaban lo niveles exigidos.