El fiscal mantuvo su petición de 92 años de cárcel para el exdirigente etarra Ignacio Aracama Mendia, alias Macario , y de 81 años para el excura de Salvatierra (Alava) Ismael Arrieta Pérez de Mendiola en el juicio que ayer quedó visto para sentencia por el asesinato de tres guardias civiles en 1980, entre ellos el extremeño Avelino Palma.

El fiscal elevó a definitivas sus conclusiones y sostuvo que Arrieta actuó como cooperador necesario en el asesinato de los tres miembros del instituto armado el 4 de octubre de 1980 durante la celebración de una carrera ciclista en Salvatierra. El representante de la fiscalía restó validez al testimonio prestado en la vista oral por Aracama, quien admitió haber participado en los hechos y trató de exculpar al excura.

UN DATO NUEVO

Tras recordar el fiscal que Aracama siempre había negado su participación en los hechos hasta su declaración en el juicio, apuntó que ahora ha reconocido su implicación para "exculpar" a Arrieta. En la misma línea se pronunció el abogado de la acusación particular, ejercida por dos de las viudas de los guardias civiles, quien calificó el testimonio de ´Macario´ de "declaración trampa".

El fiscal sostuvo que la participación de Arrieta, a quien acusa de haber facilitado información a los miembros del comando Araba sobre la hora y el lugar de comienzo de la carrera ciclista, fue "tan determinante" que sin ella "los hechos no podrían haberse desarrollado".

Para su acusación el representante de la Fiscalía se apoyó en las declaraciones prestadas tras ser detenido en 1980 por el ex cura de Salvatierra, quien ya ha cumplido condena en otra causa por colaborar con ETA y quien ha negado en el juicio los hechos que se le imputan.

Por su parte, el abogado de Macario pidió su absolución, al igual que la letrada de Arrieta, quien hizo hincapié en la ausencia de pruebas suficientes para probar la cooperación necesaria en los hechos. En este sentido, se apoyó en las declaraciones de testigos que recordaron que se trataba de una carrera popular que siempre empezaba a la misma hora y en el mismo sitio y que su celebración había sido anunciada.