Las perspectivas eran buenas y la realidad ha sido aún mejor. El sector del ibérico acaba de cerrar la que podría ser la mejor montanera de los últimos tres años con un incremento del 20% en el volumen de cochinos sacrificados y precios por encima de los que se registraron un año antes. Se esperaba consolidar la senda de la recuperación y en el sector consideran que está siendo así, aunque el horizonte se sitúa aún más allá del 2018, principalmente porque aún con el incremento de precios sigue sin ser justiprecio --los costes de producción continúan aún por encima de lo que se paga al productor--, pero mejoran respecto a la campaña anterior y más aún con las de los años previos.

"Es quizás la mejor campaña de los últimos tres o cuatro años, mucho mejor que la del año pasado sin ninguna duda, salvo en alguna zona muy concreta fuera de Extremadura, en la zona de la provincia de Salamanca", resume Elena Diéguez, Secretaria Técnica de la Asociación Española de Criadores de Cerdo Ibérico (Aeceriber). Hace un año la montanera se cerró con 200.932 cabezas de ganado tras años de estancamiento y el incremento este año podría llegar hasta las 240.000, según la la previsión de Aeceriber, aunque los datos no son aún absolutos. De esa cifra, entre 20.000 y 25.000 cabezas de ganado estarían bajo el paraguas del sello extremeño de calidad Dehesa de Extremadura, lo que les permitiría mantenerse en cifras similares a años anteriores.

"El aprovechamiento en general ha sido muy bueno y los animales se han sacrificado con un peso por encima de lo habitual", dice Elena Diéguez sobre las características del producto que ha entrado en las últimas semanas en los mataderos. La causa principal está en las condiciones "especiales" que ha tenido la última montanera, especialmente en cuanto a la climatología, que ha acompañado con sol y buena temperatura desde que se iniciara el otoño, a pesar de que la escasez de lluvias en algunos puntos ha ocasionado problemas de abastecimiento puntuales.

"Ha permitido que los cochinos estuvieran en las dehesas comiendo a placer, por lo que la reposición de arrobas (la diferencia entre el peso con el que el animal entra en la montanera y el peso con el que sale) ha sido muy elevada y muy rápida". El campo tenía muchas bellotas, de escaso tamaño pero buena calidad porque no ha tenido enfermedades, y la hierba necesaria como complemento "que es lo apropiado para los cerdos de bellota", dice la experta.

REPUNTE Las dehesas extremeñas han alimentado en esta campaña de montanera a unos 650.000 animales según las previsiones de UPA-UCE que destaca además el incremento de precios. "Ya el año pasado se notó un repunte importante que se ha consolidado ahora", dice Antonio Prieto, responsable de Ganadería de la organización agraria. Y eso que los precios hayan bajado en el último mes o mes y medio "por la propia especulación del mercado y porque las buenas condiciones de la montanera han aumentado el número de animales y por tanto superan las previsiones iniciales", dice. La consecuencia es que se sigue comprando, aunque a un precio más bajo.

El ibérico ha llegado a estar a 35 euros por arroba en la lonja (ahora oscila entre los 32 y los 33 euros) y hasta 38 euros en el caso del de denominación de origen. Mientas que el de cebo, ha estado en torno a 23 y 24 euros por arroba. "Ha aumentado la confianza y también ha mejorado el poder adquisitivo", dice Prieto sobre el último año. Este incremento sigue la estela del que se registró hace tres campañas, alimentado por el cambio de la norma, los nuevos sistemas de trazabilidad y los controles. Lo hacía tras años de caídas por la retracción que una elevada producción (entre los años 2007 y 2009) y la crisis económica causaron al sector del ibérico, que obligó a bajar precios para favorecer la salida del producto en el momento óptimo de consumo.