Milagros padece una grave lesión cardiaca que le impide desarrollar las actividades cotidianas que realiza cualquier otro águila imperial. "Es casi un milagro que siga viva, de ahí su nombre", comenta Javier Caldera, el director del Centro de Recuperación de Fauna Los Hornos, en Sierra de Fuentes (Cáceres). Se asfixia cuando vuela tan solo cuatro o cinco metros pero a simple vista no muestra ningún síntoma de su patología. No le ocurre lo mismo a su compañera Cuasi, otra hembra de esta especie que tiene una anomalía genética que, entre otras dificultades, le supone un tremendo retraso en el crecimiento. Sus cuidadores la bautizaron con el nombre de Cuasimodo porque la creían macho. Tras un análisis descubrieron su verdadero sexo y junto a Milagros forma parte del programa de cría en cautividad para el águila imperial puesto en marcha en este centro, que gestiona la Dirección General de Medio Ambiente.

Caldera, el veterinario que dirige Los Hornos desde su creación en 1999, explica que sólo quedan 200 parejas de este rapaz en todo el mundo, 40 de ellas en Extremadura. Por ello, cada vez que llega un águila imperial "nos ponemos todos un poco nerviosos", reconoce. Y no es para menos, ya que explica que hace sólo cinco años "se decía que esta ave se extinguía", aunque ahora se ha conseguido frenar esa tendencia.

Con este panorama, la importancia de tener éxito con los programas de cría en cautividad es primordial, pero hasta el momento no se ha conseguido en ningún lugar --en Sevilleja de la Jara (Toledo) llevan más de veinte años intentándolo--. En Sierra de Fuentes, además de Milagros y Cuasi, a las que se insemina artificialmente, se busca que una pareja de imperiales críen de forma natural. "Pasan por la época de celo pero no llegan a la cópula", explica el veterinario. Un hecho del que se desconoce la causa ya que otras águilas parecidas en tamaño, como la perdicera o la real, no tienen problemas para criar en cautividad.

El reto del lince

Otro de los programas de cría más relevantes del centro es el relativo al lince ibérico. De momento, trabajan con el lince europeo --que no tienen problemas de extinción-- hasta que les llegue a Sierra de Fuentes ejemplares de ibérico procedentes de Andalucía, ya que están en contacto con los responsables del programa de Doñana. Caldera indica que la estimación de población de este animal en la región es de unos diez ejemplares, que se encontrarían por la zona de Gata y Hurdes.

Los Hornos es el lugar de referencia en la región en relación a la recuperación de fauna. Pero además trabajar en este aspecto, presta una atención especial a la tarea divulgativa por lo que los animales que no podrían valerse por sí mismos en la naturaleza,

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