"Estudia mucho y pórtate bien". Esta era una de las frases más repetidas ayer en el aeropuerto de Badajoz, en Talavera la Real, desde donde partían hacia Tindouf (Argelia) 96 de los casi 400 niños saharauis que han pasado dos meses de verano en distintos puntos de Extremadura a través del programa Vacaciones en paz , promovido por la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui.

En el aeropuerto se entremezclaban los sentimientos. Por una parte la tristeza de las familias de acogida, que no pudieron contener las lágrimas, y por otra la alegría de los niños por reencontrarse con sus familias, aunque algunos también lloraban, mientras sus padres durante las vacaciones les consolaban diciéndoles: "no te preocupes que el año que viene vuelves otra vez".

Isabel y Joaquín han sido los padres de Marian durante el verano. Es el segundo año de la pequeña con la familia en Mérida y ayer no pudieron evitar emocionarse al despedirla.

Entre los pequeños, de edades comprendidas entre los 8 y 12 años, se encontraban Gera y Jorria, dos niñas saharauis que han pasado sus vacaciones en Mérida y Berlanga, respectivamente. Gera ya sueña con su futuro, y en un perfecto castellano afirma que "de mayor quiero ser médico", mientras comenta ilusionada que en estos meses ha aprendido a nadar. Jorria se lleva el recuerdo de los amigos que ha hecho en el pueblo y piensa en regresar.

La llegada a Tindouf estaba prevista a las 21.30 horas y después cada uno sería trasladado a su campamento. El resto de los participantes, unos 300 niños, volverán en avión entre hoy y mañana.