La crisis por la que atraviesa el grupo de academias de inglés Wall Street Institute ha desembocado en el cierre de su centro franquiciado en Cáceres, dejando en la estacada a siete profesores y 200 alumnos. El portazo se produce cuatro meses después del protagonizado por el establecimiento, también franquiciado, de Badajoz, que ha sido denunciado judicialmente por 30 de sus 300 alumnos a través de la Unión de Consumidores.

En una carta remitida a los estudiantes, el administrador de Wall Street en la capital cacereña, Eloy Vergara, anuncia la "presentación de un expediente de solicitud de quiebra ante los juzgados ordinarios", que implica "el cierre inmediato del centro". La empresa atribuye la clausura a una crisis en el sector que ha provocado que las pérdidas económicas del grupo, a fecha 28 de febrero del 2003, hayan superado el 50% del capital social.

UNA CRISIS EN CASCADA

Vergara recuerda las crisis de Opening, Oxford English, Cambridge y Bla, Bla, Bla & Co y argumenta que todo ello "ha supuesto una desconfianza del alumnado" frente a este tipo de centros.

La cadena de enseñanza de inglés anuncia a los estudiantes cacereños que los créditos bancarios que suscribieron para costear las clases serán incluidos en el expediente de quiebra. La cuantía de las devoluciones dependerán de las horas de clase que le resten por percibir a cada alumno.

Por su parte, los siete trabajadores de Wall Street en Cáceres han enviado otra misiva a sus alumnos, a la que ha tenido acceso EL PERIODICO a través de uno de los estudiantes, en la que muestran su "más absoluta tristeza e impotencia" después de que los propietarios franquiciados de la firma presentaran el pasado viernes en la Consejería de Trabajo el expediente de regulación de empleo para toda la plantilla.

Los empleados anuncian que han firmado un "acta de desacuerdo" con dicho expediente porque la propuesta de la empresa les parece "indignante". "Nos ha parecido humillante el desprecio total mostrado por estos señores hacia el trabajo que con toda honestidad e ilusión hemos realizado durante estos dos años y medio", explican en la carta, en la que también recuerdan que los propios alumnos también están sufriendo la "falta de respeto y sensibilidad" de Wall Street.

La plantilla asegura que está trabajando sin cobrar desde diciembre y que tiene muy claro que no percibirá cuantía alguna, ni siquiera indemnización por despido. El cierre material de la academia cacereña se producirá en unas dos semanas.