Después de años de búsqueda, hicieron un llamamiento de urgencia el pasado mes de septiembre ante la inminente exhumación de su cuerpo, que compartía fosa común con otras seis víctimas. Pero nadie respondió a la llamada. Aún así siguieron investigando, preguntando... No cesaron en su empeño. Y el esfuerzo ha tenido recompensa. La asociación Recuerdo y Dignidad de Soria ha conseguido localizar a los descendientes del extremeño Francisco Romero Carrasco (nacido en 1878), natural de Santa Marta de los Barros, un catedrático amigo de Machado asesinado al inicio de la Guerra Civil, en el verano de 1936.

Los familiares encontrados son sus cuatro nietos, que viven en Canadá, y que ya han enviado una muestra de ADN para llevar a cabo las pruebas que confirmen la identificación de su abuelo. Además, han mostrado interés en venir a España al acto de entrega de sus restos mortales.

Francisco Romero Carrasco fue asesinado en Cobertelada (provincia de Soria) y arrojado a una fosa clandestina, llamada la de los Maestros.

Su búsqueda partió de su pueblo natal, donde una familiar lejana situó en Chile a los nietos de Carrasco, que podían haber huido antes del golpe militar de Pinochet a Canadá.

La investigación comenzó entonces en el país chileno, donde se exilió la familia Romero García. Gracias a la colaboración de una integrante del grupo Descendientes de Españoles del Winnipeg, barco fletado a iniciativa de Neruda para acoger en Chile a 2.500 refugiados españoles, la asociación logró localizar la sepultura de la esposa de Francisco Romero. A través del registro civil chileno, de acceso público, se localizó después a la única hija de Francisco y a su marido.

En ese momento, Recuerdo y Dignidad contaba ya con los nombres y apellidos de los nietos. La familia del yerno de Romero estaba emparentada con la familia del naturalista Odón de Buen. Gracias a ello se localizó a dos primos que confirmaron que los nietos vivían en Canadá y se pudo contactar con ellos telefónicamente.

Un orfanato

Al comenzar la búsqueda de Romero, su familia no sabía nada de él. Desconocían que era amigo íntimo de Machado, que fue fundador de la Universidad Popular de Segovia, director de las colonias de la Institución de Libre Enseñanza, o el proyecto conjunto que estaba desarrollando con su mujer: el orfanato para hijos de profesores de la Escuela Normal.

Su madre y su abuela les habían ocultado la historia de su abuelo, que «desapareció de su merecido lugar en la historia de la cultura española como lo hizo su cuerpo», explica Recuerdo y Dignidad, una de las muchas entidades de España que lucha por la Memoria Histórica. «El primer contacto fue muy emocionante porque no sabían nada de su abuelo», acentúa el portavoz de la asociación Iván Aparicio.

Francisco Romero estudió metodología de las Matemáticas en Francia, Bélgica y Suiza, y en 1933 publicó Metodología de las matemáticas. Procedimientos de cálculo mental y de cálculo escrito rápido.

En su expediente penitenciario de la cárcel de Almazán (provincia de Soria) se recoge que fue detenido el 20 de agosto de 1936, con 57 años, cuando no contaba con ningún antecedente.

Fue conducido a Cobertelada, a 15 kilómetros de Almazán, donde fue asesinado por un grupo de falangistas junto con otros cuatro maestros.