La situación por la que atraviesa el Real Monasterio de Yuste, tras la finalización de los trabajos correspondientes a la última reforma efectuada por el Ministerio de Educación y Cultura y la Fundación Hispania Nostra, que ha durado dos años, preocupa ya seriamente, no sólo a la comunidad de monjes jerónimos que vive, reza y trabaja en el cenobio verato, sino a los habitantes de la comarca, especialmente en círculos culturales y turísticos.

El prior, fray Francisco de Andrés, ha confirmado a EL PERIODICO que "hace ya más de dos años" que terminaron los trabajos correspondientes a la última reforma, "pero las obras han quedado sin concluir".

Esto motiva que no se puedan abrir ninguna de las dos hospederías (una interna y otra externa), además de carecer de biblioteca, cuyos fondos se encuentran apilados en cajones de cartón.

Paralelamente, las celdas de los frailes permanecen cerradas, sin que puedan ser utilizadas por éstos, mientras que la mejora de los accesos a Yuste, aparcamientos y centro de interpretación han quedado en mera palabrería.

Ante esta situación, Francisco de Andrés ha asegurado que acaba de pedir una entrevista con responsables de la Junta, con el fin de abordar de una vez por todas la problemática de Yuste, cuyo conjunto monumental depende del Gobierno central.

De Andrés recordó que en agosto de 2002 mantuvo un encuentro donde estuvieron presentes "Patrimonio, Junta y obispo de Segovia, para desbloquear la situación, acordándose reanudar las obras en enero de 2003; estamos a finales de octubre y no han dado respuesta alguna al tema, ni han explicado por qué motivos no se puede continuar".

En cuanto a la situación que está viviendo la comunidad jerónima, dijo que "es un estado lamentable, duro y difícil de llevar". Sin embargo dejó claro que en estos momentos no se plantean marcharse de Yuste.

En cambio reconoció que están aguantando esta serie de contrariedades como mejor pueden, después de haber pasado momentos, que catalogó de "delicados".