En el corazón de la noche, con el Real Monasterio de Yuste perfectamente ambientado en la época carolina, con iluminación similar a la que alumbró al emperador Carlos V durante su estancia en el cenobio verato (1557-1558), Telefónica, en colaboración con Patrimonio Nacional y la comunidad de monjes jerónimos, abrió el viernes por la noche a más de medio centenar de personas las puertas de las estancias donde pasó los últimos días de su vida el monarca de la Casa de los Austrias.

La rampa de acceso al palacete que mandó construir Carlos V estaba iluminada con antorchas, mientras los alrededores del estanque que hay junto a los jardines se encontraban rodeados de luces. Paralelamente la luna, desde sus dominios celestiales, pintaba de color plateado los tejados y el cerro de San Salvador, cuya visión nocturna desde el claustro plateresco es impresionante.

La comitiva fue recibida a la entrada del Palacio por el delegado de Patrimonio Nacional en Yuste, Francisco Javier Pizarro, quien glosó una detallada introducción histórica y artística de los espacios que los visitantes iban a contemplar a lo largo del recorrido, incluidos los jardines, el coro y los claustros, que no son accesibles para las visitas turísticas habituales.

Además de la iluminación mediante antorchas y velas, la visita contó con personajes vestidos de época repartidos por las diferentes estancias, por lo que a cada paso era fácil encontrarse con damas, guardianes y servidores del emperador.

Como colofón a esta singular visita guiada, los participantes pudieron degustar chocolate caliente, acompañado de frutas y dulces, así como un concierto a cargo del dúo Orpheo, compuesto por la soprano María Eugenia Boix y el cacereño, Javier Sánchez, que interpretaron obras para voz, vihuela y laúd propias de la época del Emperador Carlos V.

Debido a la iniciativa de Telefónica, las instituciones culturales más importantes de toda España abrieron sus puertas al mismo tiempo que el cenobio verato, para vivir el hechizo de una cita única y sorprendente con la cultura. Un encuentro mágico e inolvidable bajo la luz de la luna, que volverá a repetirse el próximo viernes día 11 de diciembre.