El pasado viernes tuvo lugar en las instalaciones del Hotel Acosta Centro de Almendralejo la cata final del concurso Premios Espiga Vinos, un certamen patrocinado y organizado por Caja Rural de Extremadura y que cuenta con la colaboración de la Denominación de Origen Ribera del Guadiana. En esta edición, la número XVIII, han tomado parte 96 muestras de vinos pertenecientes a 21 bodegas, lo que supone más del 95% de las firmas inscritas en la Denominación de Origen Ribera del Guadiana. «Son dos datos sumamente importantes y representativos para el concurso», subraya Emiliano Zamora de Alba, director técnico del concurso y director de la Estación Enológica de Almendralejo de la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio de la Junta de Extremadura.

FASE PREVIA / Ante el elevado nivel de participación, el día 30 de marzo había tenido lugar en las instalaciones de la Estación Enológica una preselección en la que catadores del Comité de Cata del Consejo Regulador de la DO escogieron, mediante un sistema de cata a ciegas, las muestras que pasaron posteriormente a la fase final. Fueron en total 48: ocho por cada una de las seis categorías que premia el concurso (blanco, rosado, tinto cosecha, tinto roble, tinto crianza y tinto reserva).

En estos Premios Espiga pueden participar todos los vinos embotellados, comercializados y acogidos a la Denominación de Origen Ribera del Guadiana. La presidencia del concurso en esta edición la ostenta Urbano Caballo, presidente de Caja Rural de Extremadura.

En jurado de la cata del pasado viernes estuvo conformado por trece expertos. «A nivel regional, contamos con los mejores catadores que existen en la región, sin lugar a dudas», incide Emiliano Zamora, quien, además, destaca el nivel del resto de integrantes del jurado. «Sentamos en una misma mesa a catar los vinos extremeños a quienes organizan los concursos más importantes internacionales y nacionales que hay en España. Eso no ocurre en ningún otro jurado, que estén todos juntos catando los mismos vinos. Eso algo muy importante para el prestigio del concurso», recalca.

La mayoría de estos expertos, agrega, «llevan ya muchos años viniendo. Algunos de ellos han estado las 18 ediciones del concurso y han visto perfectamente el recorrido de los vinos de Extremadura y de esta denominación de origen. Una evolución absolutamente sorprendente en todas las categorías. No tienen que ver nada los resultados de la vitivinicultura de hace 18 años y los de ahora».

Caldos, añade, «sumamente competitivos» tanto en los mercados nacionales como en los internacionales, y de los que «se suele destacar la elegancia. Vinos con bastante fruta, aunque tengan algunos toques de madera».

Con el objetivo de dar todas las garantías al certamen, el viernes también se contó con la presencia de un notario. La entrega de premios se realizará el próximo mes de mayo en San Vicente de Alcántara. Serán tres por cada una de las categorías (espigas de oro, plata y bronce). Igualmente, se concederá la distinción Gran Espiga al vino mejor puntuado de todos cuantos han tomado parte este año.

La elección de esta localidad pacense obedece a que durante esta ceremonia también tendrá lugar la entrega del Premio Espiga de Oro al mejor tapón de corcho de los vinos presentados al concurso, en lo que será la cuarta edición de este galardón, y San Vicente es el centro neurálgico del sector corchero en Extremadura.