España es el país en la Unión Europea (UE) con mayor implantación de seguros agrarios y mayor cobertura de riesgos, pero «la penetración del seguro es insuficiente y francamente mejorable», según el subsecretario del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Jaime Haddad. Haddad, que también es presidente de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa), señaló recientemente que la agroganadería «presenta una gran fragilidad ante las adversidades climáticas», «difíciles de gestionar» y animó a los productores a proteger sus producciones.

En este sentido, recordó que en el último año los agricultores han sufrido los daños causados por la sequía, las heladas y el pedrisco —«muy numerosos»—, que «han puesto a prueba el sistema» de seguros agrarios, que «ha funcionado y respondido» y «el campo lo ha agradecido».

Para Haddad, los seguros, en años como este, han supuesto «un balón de oxígeno para poder seguir adelante con la explotación», mientras que los que no han contratado un seguro han visto cómo han perdido todo el valor de su producción y no han podido acceder a las ayudas adicionales para la sequía puestas en marcha por el ministerio.

POR CULTIVOS / Según apuntó, hay cultivos en los que apenas se contratan seguros agrarios, como el olivar, mientras que en cereales el grado de penetración es del 50%. Por contra, en frutas es muy elevado, un 80%, «lo que llama la atención, porque el gasto del seguro es de un 12% de los costes de producción».

Insistió en que «hay que lograr incorporar al máximo de profesionales del campo», porque «cuando se integran en el seguro agrario se quedan». Ahí juega un papel importante el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales (Ceigram), una entidad de gestión público-privada a la que se ha sumado la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro). En este sentido, Haddad valoró que el Ceigram, con su labor en I+D+i, su trabajo de transferencia directa y su divulgación mejora el conocimiento, pero ha remarcado que hay que llegar «a pie de parcela».

Hay que lograr que una gran parte de los productores consideren el «seguro como un elemento esencial de una gestión inteligente de la explotación y que asuman este gasto como un coste de producción más que garantiza la viabilidad de la explotación», defendió. A su juicio, se va por buen camino, ya que el capital asegurado en 2016 ha alcanzado el «récord de toda sus serie histórica», un 40% superior al que se aseguró hace diez años.