También esta semana se ha publicado en el DOE el decreto regulador del régimen de ayudas agroambientales y climáticas y de agricultura ecológica. En cuanto a las primeras, se destinan a los agricultores que suscriban los compromisos de aplicación de medidas compatibles con el medio ambiente y determinadas en el Programa de Desarrollo Rural.

Estos compromisos se refieren a las producciones integradas de arroz, frutales de pepita, frutales de hueso, olivar, tomate y tabaco. Los beneficiarios de estas ayudas recibirán una prima anual por hectárea —durante un período de cinco años, seis para el tabaco— para atender las pérdidas de ingresos y los costes de mantenimiento derivados de las actuaciones necesarias para la consecución de los beneficios medioambientales.

En este grupo de medidas se incluyen asimismo las destinadas a razas autóctonas en peligro de extinción con el objetivo final de conseguir que las poblaciones experimenten un incremento que permita la descatalogación de ese estatus. Esta línea de ayudas contempla igualmente subvenciones al sector apícola con el objetivo de mejorar y conservar la biodiversidad vegetal en los ecosistemas y aves esteparias y el fomento de la agricultura de conservación en cultivos herbáceos de secano. Las subvenciones a la agricultura de conservación en zonas de pendientes también se incluyen en esta línea con el objetivo de corregir o disminuir los procesos erosivos.

La otra línea de ayudas que regula este decreto son las referidas a la agricultura ecológica. Lo hace en dos vertientes: las destinadas a la adopción de prácticas y métodos de este tipo de agricultura, por un lado, y las del mantenimiento de estas prácticas agrarias, por otro.

Por ello, esta medida se desarrolla a través de tres tipos de operaciones: agricultura ecológica, ganadería ecológica y apicultura ecológica.