-¿Cuánto compost esperan producir con el proyecto Valorares y con qué destino?

-Está previsto realizar cinco ciclos durante el desarrollo del proyecto. El proceso de compostaje dura entre cuatro y cinco meses, y la producción final sería de 600 toneladas, que según su evolución se destinarán a campo o no, en función de la calidad que tengan. En este caso no se trata de producir cantidad, sino de comprobar la calidad del compost que obtengamos. El destino del mismo está enfocado a los cultivos de las empresas que forman Valorares. Las actividades principales serían el tomate de industria, las hortalizas de las Vegas del Guadiana y el olivar, cultivo que está creciendo muchísimo con el riego superintensivo. Una vez que se haya aplicado se hará un seguimiento de estos cultivos con la incorporación del compost.

-¿Cómo se sabe si el compost es bueno, malo o regular?

-La calidad la determina la analítica. El compost, puesto que procede de restos vegetales y animales, está higienizado. Un laboratorio acreditado por Enac tiene que comprobar la ausencia de salmonela y la bacteria E. Coli está por debajo de unos parámetros límite que marca la normativa. La higienización de este producto se hace a 70 grados lo que elimina contaminación y microorganismos, así como las semillas de malas hierbas. También es bueno realizar análisis al suelo donde se aplica para ver los resultados.

-¿Qué es el té de compost y qué aplicaciones tiene?

-Es un extracto acuoso que se obtiene a partir de compost ya maduro. En este grupo operativo vamos a abrir una línea de investigación de té de compost porque hay diferentes fórmulas. Al té de compost se le pueden añadir otro tipo de sustancias como melaza o microorganismos para enriquecerlo. El extracto acuoso final se filtra y ese líquido lleva microorganismos y elementos fertilizantes. Pero la finalidad más interesante que buscamos es de defensa de las plantas, ya que puede tener interesantes propiedades insecticidas y fungicidas.

-¿Son conscientes los agricultores de las bondades del compost?

-Empiezan a serlo. La evolución del cultivo en producción ecológica e integrada y los técnicos, cada vez más preparados, son síntoma de ello. En las cooperativas y empresas agrícolas van conociendo cada vez más los beneficios de la aplicación de la materia orgánica. Queda mucho por hacer. Las ventajas son muchas: la mejora de la estructura del suelo, la eficiencia del riego, la redacción del abono orgánico, la liberación de elementos bloqueados en el suelo…

-¿Qué papel ocupa el compost en la economía verde y circular?

-En la Economía Verde y Circular la aplicación de compost en los cultivos está haciendo que se reduzca en un gran porcentaje el uso de abonos inorgánicos. Si a partir de compost obtenemos un té de compost que proteja a las plantas de plagas y enfermedades estamos reducción químicos fitosanitarios. Serían beneficios de la aplicación directa y por otro valorizamos subproductos de cosecha y agroindustria de Extremadura y lo convertimos en abono orgánico.

-¿Cómo está funcionando la planta que Complus tiene en Valdetorres?

-Muy bien. Poner en marcha una instalación nueva siempre entraña dificultades, pero en este caso tenemos unas infraestructuras modernas y muy ágiles para trabajar y está funcionando bien.