No le interesan los galardones, pero este parece una excepción en la carrera de Joâo Bugalho, el ingeniero agrónomo portugués que ayer fue reconocido con el prestigioso Premio Ibérico Feciex 2017.

Toda la vida profesional de Joâo Bugalho rezuma afán conservacionista y respeto por el medio ambiente. Empezó a cazar a los 6 años con un tirachinas. A los 16 ya empezó a utilizar la escopeta. Iba para arquitecto, pero para atender mejor la finca familiar se decidió por estudiar ingeniero agrónomo, especializándose en Caza, Pesca y Conservación de la Naturaleza.

Su vocación era tan grande que en el segundo año de carrera trabajaba ya en los servicios forestales, concretamente en las migraciones de las aves. Se formó en Inglaterra, cuna del birding, y su trabajo de fin de carrera se centró en la ornitología.

Tras la llegada de la democracia a Portugal, fue nombrado en 1977 director de los Servicios de Caza y su trabajo consistió en convencer a los diputados para que aprobaran la actual ley vigente, que significó un cambio radical en cuando a la protección de la naturaleza lusa.

Joâo Bugalho ha sido profesor de Ordenamiento Cinegético durante 25 años y actualmente está jubilado y se está centrando en la pintura, pero con el arte venatorio como principal inspiración, claro está. El Premio Ibérico Feciex está dedicado a personas, instituciones u organizaciones de España y Portugal que destaquen en la potenciación de los valores ibéricos de la caza. J. VENTURA