Más que preocupación es ya casi pavor. Los grandes de la F-1, Ferrari, McLaren y Mercedes, apenas pudieron cerrar la boca de asombro al comprobar como Mark Webber y Sebastian Vettel se disputaron la pole. Lo de menos son las cuatro milésimas de ventaja con las que el australiano batió al alemán, lo alucinante es que dejaron a casi un segundo a sus rivales al título, los McLaren de Jenson Button (quinto) y Lewis Haimilton (tercero) y al Ferrari de Fernando Alonso. Como dijo Pedro de la Rosa, sin sorna, sin malicia, "parece que ya hay dos campeonatos: el que disputan los dos Red Bull y el de los demás".

No se sorprende el asturiano de la mejora de los McLaren, "lo que ha cambiado mucho es la diferencia con los Red Bull,es algo para analizar, para preocuparse". El abatimiento invadió el cuartel general de Ferrari, una sensación parecida a la que planeaba sobre el box de McLaren: "Creo que nadie, absolutamente nadie, se esperaba esta diferencia tan grande con los Red Bull", reflexionó Hamilton. "Ocho décimas es una diferencia casi imposible de neutralizar a lo largo de toda la temporada", advierte Jaime Alguersuari (decimosexto en la crono), piloto de Toro Rosso, el hermano pequeño de Red Bull. "Los fans disfrutan mucho con Fernando en Ferrari, pero la diferencia con los Red Bull es muy grande", dice con ironía Michael Schumacher.

EL COCHE FANTASTICO En Red Bull están como unas castañuelas. "En tu vida vas a volver a conducir un coche como el que tienes este fin de semana, así que disfrútalo", le dijo Christian Horner, el director del equipo, a Webber antes de subirse al monoplaza. "Por eso lo disfruté tanto", reveló el australiano tras adjudicarse la pole, por cuatro milésimas ante Vettel. "La gente de los dos boxes apenas ha dormido en las últimas noches y les dedico esta pole", añade el australiano que, sin embargo, se muestra cauto. "Me satisface superar a Sebastian, pero la crono no otorga puntos y la carrera es otra cosa".

Esa es también la opinión del alemán: "Aquí lo que cuenta es la carrera". Los hipotéticos destrozos de una batalla entre los dos Red Bull son actualmente el clavo ardiendo al que se agarran en Ferrari y McLaren. "Mark quiere ganarme, y yo a él, no es un secreto", se sincera Vettel, quien advierte no solo de esta lucha sino de "un gran premio largo y duro en el que, incluso, puede aparecer sin duda de nuevo la lluvia".

Alonso se resiste también a dar la batalla por perdida. Vapuleó a Massa (octavo) con seis décimas de ventaja en la crono y ha configurado un coche pensando en la carrera, en "el ritmo que yo creo que es muy similar al de los Red Bull". Confía en una buena salida, algo que solo pudo hacer en el primer gran premio del año, donde arrancó tercero y acabó ganando. En Australia se quedó patinando bajo la lluvia en una línea blanca; en Malasia partía con el embrague dañado, mientras que en China fue penalizado por adelantarse al semáforo. Otra buena salida le permitíría adelantar a Hamilton y acosar a Webber y Vettel.

SCHUMACHER MEJORA El bicampeón dispone de la mayor velocidad punta en la recta y ese sería un argumento para adelantar en el caso de que el F-10 y un pilotaje preciso, le permitiera llegar a las últimas vueltas con las gomas más enteras. Con esa ilusión se fue ayer a la cama Alonso, la misma que Hamilton.

Schumi, sin embargo, no sueña. El heptacampeón subió hasta la sexta posición y, por primera vez en la temporada, batió a su compañero de equipo Nico Rosberg: ±Me encuentro mucho más cómodo con el nuevo coche, pero persiste la diferencia con los de delante, sí", señaló.