La desaceleración está encendiendo las luces rojas en casi todos los sectores económicos, sobre todo en la banca. En cambio, las aseguradoras, la otra cara del sector financiero, prevén disfrutar de un buen año. Se basan en la experiencia del anterior parón de la economía mundial entre el 2000 y el 2002, cuando las primas brutas subieron un 41%.

"En momentos de desaceleración la gente siente aversión al riesgo, y eso es bueno para los seguros", indica Francisco Arregui, director general de Catalana Occidente. El ejecutivo explica de esta manera el "caracter anticíclico" del sector. Arregui aclara que su compañía no desea que la economía española tenga problemas, sino lo contrario. Pero lo cierto es que los datos avalan su afirmación.

Durante la explosión de la burbuja tecnológica, las primas brutas del sector llegaron hasta los 49.051 millones de euros al subir mucho más que el producto interior bruto (PIB), que repuntó el 11,3%.

Elías Atutxa, director general de Caja Laboral, explicó que si los riesgos, que son la base del negocio, aumentan, las primas se encarecen. Además, segmentos como el de salud, que suponen cerca del 20% de los ingresos de no vida, crecen a ritmo constante.

AUTOMOVIL Y CONSUMO Otra de las claves, apunta Atutxa, es que el parón económico reduce la siniestralidad de los seguros de automóvil y consumo, que suponen más 40% de las primas de no vida. "En momentos de desaceleración, la gente compra menos y deja el coche en casa, con lo que bajan los pagos que hay que hacer y eso compensa la caída de las ventas y de la generación de nuevas polizas", argumenta. Las buenas perspectivas están condicionadas, según Arregui, a que no se produzca una "crisis de la economía real". Además, el ramo de vida tiene unas perspectivas menos halagüeñas, debido a la menor capacidad de ahorro familiar. Entre el 2000 y el 2002, sus primas crecieron un 10%, mucho menos que las pólizas de no vida (27%).

El deterioro económico afecta ya a las primas de vida, que solo crecieron un 2,1% en el 2007. La presidenta de la patronal Unespa, Pilar González de Frutos, achacó el estancamiento sobre todo a la reforma fiscal, que ha igualado la tributación de todos los productos de ahorro en el 18%. "En el mercado de la riqueza particular española no existe diversificación: hemos ido a la ruleta y hemos apostado todas nuestras fichas a la vivienda", lamentó. También se resentirán los seguros multirriesgo, muy ligados al mercado inmobiliario, y los de créditos comerciales. Aunque las primas crecen por el mayor riesgo, también aumenta la morosidad empresarial. Según Crédito y Caución, los impagos crecerán este año del 14% al 20%, por culpa sobre todo de compañías constructoras y afines y las ligadas al consumo.