En febrero pasado se vendieron en Extremadura 1.236 viviendas. Ese mismo mes, pero del 2007, la cifra de compraventas fue casi el doble: 2.350. Cada uno de estos pisos que dejó de venderse fueron también muebles que no se compraron, habitaciones que dejaron de pintarse o electrodomésticos que no se instalaron. La ralentización del mercado de la construcción no solo hace agujeros en los bolsillos de promotores y constructores: fontaneros, instaladores, fabricas de pintura, tiendas de mobiliario,... todos ellos están sufriendo ya, en mayor o menor medida, los efectos del parón inmobiliario.

Empezando por quienes producen la materia prima de los edificios: ladrillos y cemento. Fuentes de la Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida (Hispalyt) admiten que el mercado está "estancado". Todavía a la espera de obtener los datos definitivos del 2007, sus previsiones apuntan a que el año pasado se cerró con un crecimiento cero en producción respecto al 2006. Y la crisis todavía no había empezado a arreciar.

Hispalyt tiene constancia de siete fabricantes cerámicos operando en la región. Uno de ellos es Cerámica Arco de Cáparra (Cerarca), una fábrica ubicada en Guareña que anualmente produce 140.000 toneladas de ladrillos de gran formato para tabiquería y de rasillones (la pieza convencional). Su gerente, Miguel Angel Rovira, admite que se ha producido un descenso en la demanda de producto. "Se nota menos alegría en la venta. Hay menos obras y las que hay van más lentas", arguye Rovira, quien considera que ésta es, ante todo, una crisis de confianza, --"Esto es sobre todo una problema financiero, porque la demanda de vivienda sigue existiendo", aduce-- por lo que se muestra moderadamente optimista con vistas al futuro. Además, "ahora comienza la época buena para hacer tabiquería", concluye.

Vibrados Montijo (Vimont) se dedica fundamentalmente a producir tejas de hormigón. Su gerente, Manuel Moleón, cifra en más de un 30% el descenso que se ha contabilizado en sus pedidos durante el primer cuatrimestre del año. Y piensa que lo peor puede venir el año próximo, ya que aunque a día de hoy se sirve poco material para proyectos nuevos, por ahora se puede ir tirando "con los que estaban en marcha". Por ello, de momento les ha bastando con reducir el ritmo de producción, aunque si la tendencia continúa "más adelante habrá que ver si tenemos que adecuar la plantilla".

La industria cementera también se está viendo directamente afectada. Los datos recogidos entre sus empresas asociadas por Oficemen, la patronal de este sector, muestran un descenso del consumo de cemento del 14,5% en España durante el primer trimestre del 2008. Desde el Grupo Alfonso Gallardo, propietario de la única cementera extremeña, Cementos Balboa, se ha preferido no hacer valoraciones sobre si la coyuntura económica está afectando a su proceso productivo ni en éste ni en otros ámbitos.

La segunda parada en la ruta que va de la fábrica a la obra son los almacenes. San Blas Centro Comercial vende artículos para construcción y bricolage. Esta firma pacense, que trabaja tanto con particulares como con empresas, ha acusado un descenso en sus ventas de entre el 10-12% durante los últimos meses. Sin embargo en este caso, como explica su gerente, Fernando Carrasco, es difícil separar qué parte de la caída ha venido motivada por el parón inmobiliario y qué otra por las obras de desdoble de la carretera EX-100 que entorpecen desde hace meses el acceso a este centro comercial. En cualquier caso, Carrasco también es de los que piensa que lo peor está por llegar, "el bajón lo vamos a notar en el segundo semestre del año, porque todavía hay obras en marcha con contratos de suministro".

En el lado positivo, considera que el descenso en las ventas de vivienda nueva facilitará que proliferen las rehabilitaciones y, por consiguiente, la de material destinado a ellas.

Más positivo es el balance que hace Narciso Manzano, gerente de Prefabricados Manzano, para quien "de momento es más el ruido que las nueces". Con instalaciones en Cáceres y Torreorgaz, su empresa también comercializa materiales de construcción. "Hemos notado solo una pequeña caída, como todo el mundo, pero la cosa no es tan grave como la están poniendo", incide. Este descenso se ha concentrado sobre todo en el segmento de empresas. "Todo el mundo está a la expectativa, a ver que pasa", sostiene, para añadir que si el descenso acaba siendo muy pronunciado, a los almacenes de construcción sólo les quedará "verlas venir" ya que los márgenes en esta actividad están muy ajustados "y nosotros no podemos bajar los precios a menos que lo hagan los fabricantes".

El ritmo de trabajo de Sercan Pintores se ha reducido alrededor de un 10% en los últimos meses. Sin embargo, Serafín Domínguez, uno de sus gerentes, matiza que, al dedicarse fundamentalmente a las reformas, están sufriendo menos la crisis que quienes se dedican a la obra nueva. Eso sí, apunta que ahora los clientes "escatiman un poco más. Miran más el presupuesto".

Carlos Lavara es gerente de Extremeña de Esmaltes y Barnices, una empresa afincada en Malpartida de Cáceres. Pinturas para fachadas e interiores o barnices para puertas son algunos de los productos que salen de sus instalaciones y que están directamente vinculados con el mercado inmobiliario. "La cosa está de pena", describe Lavara, que estima que desde agosto pasado la demanda ha caído en torno a un 20%. A la falta de trabajo se une otro problema, el de los impagos "principalmente de empresas relacionadas con la construcción". "Hay que andarse con pies de plomo con los pedidos, mirarlos antes con el banco", agrega. "Somos unas treinta personas en plantilla, pero ya estamos viendo la posibilidad de prescindir de cinco", sostiene el gerente de esta empresa.

En este misma línea se expresa el gerente de una fábrica de muebles ubicada en el Valle del Ambroz. "La cosa se está notando bastante" declara. Esta comarca cacereña concentra buena parte de la producción extremeña de mobiliario, si bien en su mayoría va a parar a otras regiones españolas, fundamentalmente del norte peninsular. "De momento ya ha habido algunos despidos", continúa este empresario, que detalla que es el mueble en serie el que más está sufriendo la crisis. "En el mueble a medida, aunque haya caído la demanda, se sigue vendiendo", comenta.

Fuentes del Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines (Aidima) resaltan que el sector está parado, con una caída de producción del 0,4% en el 2007. Sin embargo, aclaran que el impacto del mal momento de la construcción no está siendo en exceso significativo, como tampoco lo fue durante su boom . ¿La razón de ello? La cantidad de casas que se vendieron --calculan que unos cuatro millones en España-- pero que se quedaron vacías y que, en su inmensa mayoría, no se amueblaron. Los fabricantes de muebles tienen otro motivo para el optimismo, que la mayor parte del mobiliario que se adquiere en España (estiman que alrededor de un 75%) se destina a la renovación del anterior, y solo el 25% restante va a parar a viviendas de nueva construcción.

En el caso de los instaladores, la proporción de viviendas vacías cuenta mucho menos. Raro es el inmueble nuevo que no incluye instalaciones o preinstalaciones de aire acondicionado y calefacción. "Lo cojas por donde lo cojas, la cosa nos afecta", afirma Andrés Crespo, presidente de Asemicaf, la asociación provincial que aglutina a empresarios, mantenedores, instaladores autorizados de calefacción, climatización, frío industrial, gas propano y fontanería de Cáceres. Crespo explica que si se para la construcción, "de la obra nueva, olvídate y luego, con la crisis económica, la gente deja de hacer rehabilitaciones y reformas", al tiempo que todo mantenimiento que no sea de carácter obligatorio pasa a un segundo plano.

Aunque el presidente de los instaladores cacereños también es de los que piensa que lo más duro todavía no se ha pasado, ya conoce empresas del sector "que han empezado a echar gente a la calle porque ya no pueden aguantar la situación". Dentro de este sector, los más perjudicados serán, en su opinión, quienes "no le hayan visto las orejas al lobo" y se hayan metido en créditos o ampliaciones de su empresa.

Los electrodomésticos son otros de los principales damnificados. "Es sobre todo en la gama blanca (frigoríficos, lavadoras o lavavajillas) donde el sector está notando más el parón", asevera José Moruno, gerente de Urende Plasencia. La Asociación de Fabricantes de Electrodomésticos de Línea Blanca (Anfel) sitúa en un 14,6% el decremento que lleva acumulada la facturación de este sector en España en lo que va de año. Las caídas más importantes son las relativas a la venta de secadoras (25,5%), frigoríficos (19,2%) y cocinas (16,7%). En cuanto la comercialización de equipos de imagen y sonido "se está manteniendo", comenta el gerente de Urende Plasencia. Los años que, como éste, son coincidentes con Olimpiadas o mundiales de fútbol suelen ser buenos para estos aparatos, especialmente para las televisiones, aunque Moruno cree que todavía es pronto para ver si el ambiente de crisis económica acaba lastrando su comercialización. "Es ahora cuando está comenzando la campaña", especifica.