La hostelería es uno de los sectores que se está mostrando más fuerte dentro de la actividad económica española, pero la crisis también está dejando su huella sobre él. Así, según estimaciones de la Federación Española de Hostelería (FEHR), los bares, restaurantes y cafeterías españolas redujeron su negocio entre un 5% y un 6% en los meses de julio y agosto, en plena temporada turística.

Esta caída obedece a un conjunto de factores que tiene su origen en la desaceleración de la economía. José Luis Guerra, adjunto a la presidencia de la FEHR, explicó que el comportamiento de los turistas españoles en los meses de verano ha influido decisivamente en este dato, pues han recortado sus vacaciones y, por tanto, el consumo, debido a su menor capacidad económica o a su deseo de controlar el gasto.

Los turistas extranjeros, por su parte, han gastado más dinero este año y han alargado su estancia en España, pero su número se ha visto reducido con respecto a otros ejercicios. De hecho, la entrada de turistas extranjeros cayó un 8% en julio, si bien el gasto medio per cápita subió un 7%, hasta los 928 euros, y la estancia media se amplió a 10 noches, un 4,6% más que en igual mes de 2007.

Según Guerra, la detracción del consumo durante julio y agosto en bares, restaurantes y cafeterías situados en zonas turísticas, puede haber quedado "parcialmente compensada" con el gasto efectuado por los españoles en los establecimientos hosteleros de sus lugares de residencia, pues el hecho de que éstos hayan acortado sus vacaciones les ha llevado a consumir más en los bares de sus respectivas ciudades.

La FEHR sostiene que pese a la caída del negocio, el sector sigue mostrando "fortaleza", ya que su actividad este año está representado el 94%-95% de la del 2007, ejercicio que fue bastante bueno para la hostelería española. "Aunque con respecto al año pasado estamos por debajo, la valoración del año y de las vacaciones es alta, pese a la crisis", afirmó Guerra.

Pero, a pesar de todo, los hosteleros están sufriendo también la crisis. Ya en junio su cifra de negocio empezó a situarse por debajo de la del 2007, rompiendo la tendencia de los primeros meses del año que, aunque "flojos", registraron crecimientos positivos. Esta desaceleración se ha notado también en el empleo del sector, inferior en casi un 1% al registrado en junio del año pasado.

Los hosteleros estiman que esta tendencia continuó en julio y agosto y, aunque la temporada veraniega está llegando a su fin, creen que el sector se mantendrá, ayudado, por ejemplo, por los restaurantes y cafeterías con menú del día, que tras su escasa actividad en agosto, se verán animados por los trabajadores que han regresado a sus puestos. Según datos de Watson Wyatt, casi la mitad de las empresas españolas (el 46%) ofrece cheques comida a sus directivos y son muchos los restaurantes que los aceptan.

Para Guerra, este año se están dando dos factores que en el 2007 no tuvieron lugar. Por un lado, el recorte de las vacaciones que se han tomado los españoles, y por otro, el descenso de las comidas de empresa, quizá porque la crisis está obligando a éstas a ajustar sus presupuestos. En España, el número de empresas que pagan los gastos de representación de sus directivos es aproximadamente del 12%.

Preguntado por cuántos establecimientos hosteleros podrían haber echado el cierre por la crisis, Guerra reconoció que hacer un cálculo de esta naturaleza es complicado en un país que cuenta con 350.000 bares, restaurantes y cafeterías, es decir, un bar por cada 131,4 habitantes (según el INE, a 1 de enero de este año la población empadronada en España era de 46 millones de personas). "En España se cierran bares todos los días, pero es que hay un exceso de ellos, y eso no tiene que ver con la crisis", indicó.

Los cálculos de la federación sobre la evolución del negocio hostelero tienen su reflejo en, por ejemplo, el consumo de determinadas bebidas. Si la mala climatología hace que se tomen menos cervezas y refrescos, los malos tiempos económicos también impactan negativamente en el consumo de estas bebidas.

LA CERVEZA TAMBIEN CAE Los directivos de Coca-Cola reconocieron el pasado mes de julio que sus ventas en bares y cafeterías estaban cayendo un 6%, aunque los ingresos procedentes de tiendas y supermercados se mantenían estables.

Por su parte, según datos de Cerveceros de España, el

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