El consorcio automovilístico estadounidense General Motors (GM) anunció el pasado martes el cierre de cuatro plantas de producción en Norteamérica (dos en EEUU, una en Canadá y otra en México) a causa de la crisis de ventas causada por el aumento del precio de la gasolina. En estas cuatro plantas, GM fabrica vehículos grandes que demandan un alto consumo de combustible y cuya demanda se ha frenado por el alza del carburante. Las ventas de la compañía en EEUU cayeron en mayo el 27,5% y, en especial, las de 4x4, que se desplomaron el 36,7%. Estratégicamente, GM pretende centrarse en coches pequeños, que consumen menos. En este sentido, la firma también anunció que está llevando a cabo una revisión estratégica del Hummer, un 4x4 basado en vehículos militares que es el objeto de la ira de los ecologistas a causa de su desproporcionado consumo.