Director de la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar

Por todos es conocida la importancia de la empresa familiar en cualquier economía desarrollada. En una empresa familiar conviven una serie de roles que su mejor o peor gestión implica un mayor o mejor éxito de la misma.

Un papel destacado en la empresa familiar lo ostenta la mujer, como se puso de manifiesto en el II Foro de Debate de la Empresa Familiar en Extremadura que se celebró el pasado día 18 de enero en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Badajoz, organizado por la Cátedra de Empresa Familiar de la Universidad de Extremadura y la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar.

Una labor que, en muchas ocasiones, la ejerce en un segundo plano pero no por ello carente de valor e importancia. Y es que son distintos los roles que desempeña la mujer en la empresa familiar: esposa, madre, suegra, y, en determinados casos, empresaria.

Si bien la empresa familiar le otorga determinadas ventajas desde un punto de vista de profesionalización, conciliación de vida familiar, presencia en puestos de propiedad, etcétera, la labor de la mujer en puestos de responsabilidad sigue siendo minoritaria.

Desde el punto de vista relacional y afectivo, es obvio que la familia empresaria es un sistema racional que interactúa intercambiando recursos entre familia y empresa, gestionándose sin apenas separación entre ambos sistemas, de modo que la familia y el negocio o ambos pueden morir si las fronteras entre ambos no están bien fijadas, pues se generan conflictos al no encontrar equilibrio entre las demandas de estos sistemas y recursos para satisfacerlas.

En este ámbito la mujer adquiere un principal protagonismo como figura moderadora y mediadora en las relaciones personales de los distintos integrantes de la empresa familiar, teniendo en cuenta los roles que hemos señalado anteriormente.

Y es que ese papel de moderación y mediación ha tenido siempre una importancia vital cuando se producen tensiones en la familia empresaria. Su efecto es grande y positivo a la hora de suavizar tensiones y buscar soluciones. Además son las principales consejeras de los líderes, promueven la comunicación entre los miembros de la familia y velan por salvaguardar las relaciones entre los mismos. Por ello hay que reconocer la gran importancia de la mujer en la empresa familiar y animarla a seguir contribuyendo con esa ilusión al desarrollo de los proyectos familiares. Y es que "detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer".