Los 800 miembros españoles de Euro-Toques, organización que reúne a 3.500 chefs de 18 países, quieren zanjar el desencuentro con su excolega, Santi Santamaria (ex porque se marchó de la sociedad hará un par de años). La directiva de Euro-Toques publicó ayer un comunicado crítico con Santamaria: "Manifestamos nuestra indignación ante un acto de agresión a todo un conjunto de colegas profesionales por el solo objetivo de la notoriedad personal".

Firman el folio algunos pesos pesados, como Pedro Subijana, presidente de Euro-Toques. Tras él, una larguísima lista de casi mil nombres, entre ellos, los de Juan Mari Arzak, Karlos Arguiñano, Sergi Arola, Carme Ruscalleda o Ferran Adrià.

"FALSO TESTIMONIO" Nunca en la historia de la cocina moderna había existido un texto de reprobación como este. Mil a un lado. Uno, en otro. Todo empezó el pasado 13 de mayo, al término de la entrega de un premio de ensayo a Santamaria por su libro La cocina al desnudo. Además de llamar "pretenciosos" a los chefs, afirmó que abusaban de los productos químicos, como la metilcelulosa. A lo que Euro-Toques responde: "Además de ser un falso testimonio es una acusación gravísima, ya que los nuevos gelificantes, espesantes y otros ingredientes tienen todas las garantías legales y saludables". Los chefs se mesan los gorros porque ha creado una "alarma social de consecuencias incalculables".

Preguntado ayer Santamaria, manifestó estar tranquilo: "Hablaré cuando haya pasado la marabunta. Estoy fuerte de ánimo. Tengo la conciencia de que las cosas deben hablarse para que se clarifiquen y la sociedad lo entienda. Jamás he citado a nadie con nombres y apellidos. Si se sienten aludidos, algo sabrán", añadió el cocinero.

Los 800 firmantes del comunicado de Euro-Toques creen que con las declaraciones vertidas por Santamaria se "deteriora el prestigio del país" y resumen al final: "No hay ninguna guerra en la alta cocina española sino la opinión sin respeto ni educación de un cocinero".