La actriz británica Helen Mirren, ganadora de un Óscar por su papel de la reina Isabel II en la película "The Queen", ha admitido que consumió cocaína, pero la dejó tras enterarse de que un criminal nazi se lucraba con la venta de esta droga. En una entrevista con la revista "GQ" divulgada hoy, la actriz, de 63 años, dijo que consumía pequeñas cantidades de cocaína en las fiestas, aunque dejó la adicción en los años ochenta.

"Me encantaba la coca, nunca consumía mucho, sólo un poquito en las fiestas", dijo Mirren, quien decidió dejarla cuando se enteró de que Klaus Barbie, conocido como el "carnicero de Lyon" (Francia) por su responsabilidad en la muerte de 4.000 personas durante la II Guerra Mundial, se beneficiaba con la cocaína en América del Sur.

"Klaus Barbie estaba escondido en América del Sur y viviendo de las ganancias como barón de la cocaína (...) entonces vi cómo mi pequeña cantidad de cocaína en una fiesta tenía una ruta directa a este horrible hombre en Suramérica", agregó. "Y desde ese día no volví a tocar la cocaína. Hasta ese momento no me daba cuenta de la horrible estructura que hacía que la coca llegase a nuestras fiestas en el Reino Unido", admitió Mirren. Barbie vivía en Bolivia bajo el nombre de Klaus Altmann, pero fue localizado en ese país y extraditado a Francia en 1987.

En cuanto a su interpretación de Isabel II en la película de Stephen Frears sobre la muerte de Diana de Gales en 1997, la actriz dijo que conoció personalmente a la soberana británica hace unos meses durante las carreras de caballos de Ascot. "Ella dijo: Hola, es maravilloso conocerle. Y eso fue todo, con excepción de una conversación sobre caballos", afirmó Mirren.