El verbo tapear se extiende a una filosofía gastronómica que llena las calles desde Nueva York a Londres. La tapa es exportable y a ella se ciñe el chef Albert Raurich, que fue jefe de cocina de El Bulli durante seis años y que en octubre abrirá en Berlín un Dos Palillos, restaurante de tapas que ya tiene dos locales en Barcelona. Pero Raurich y su mujer, la sumiller Tamae Imachi (ambos, en la foto) no se ciñen a las tapas clásicas, como las bravas y las croquetas, los boquerones y los calamares, sino que se han especializado en la tapería asiática.