El hotel Me de Barcelona vivió ayer una fiesta de inauguración por todo lo alto. No podía ser de otra manera en el caso de este espectacular establecimiento de 120 metros y 36 plantas que está llamado a ser uno de los más emblemáticos de la ciudad.

Por eso la cadena Meliá, propietaria de este edificio creado por el prestigioso arquitecto Dominique Perrault, tiró la casa por la ventana para invitar a 800 personas (la mayoría, caras conocidas del mundo de la cultura, el deporte y el espectáculo) en una de las fiestas más glamurosas de la temporada.

Hubo invitados de todos los gremios, empezando por el musical. Se dejaron ver cantantes como la extriunfita Nuria Fergó, Silvia Pantoja, Carlos Baute, que acudió con su novia, David Summers de Hombres G y Marta Sánchez, con su marido Jesús Cabanas y recién llegada de Nueva York: "Estoy grabando allí mi próximo disco," explicó, "que será muy diferente a todo lo que he hecho hasta ahora". Tampoco se perdieron el acto modistos como Josep Abril. El tenista Tommy Robredo y el extenista Jordi Arrese se cruzaron en la fiesta, que también contó con la presencia del piloto Fonsi Nieto.

DECEPCION Hasta última hora de anoche se rumoreó que la mismísma Paris Hilton, desheredada hace unos meses por su abuelo Barron, patriarca de la cadena hotelera que lleva su apellido, iba a asistir a la apertura del Me. La rubia más mediática del planeta mantiene una gran amistad con Pete Wentz, miembro del grupo Fall out Boy, también presente en la fiesta de anoche. Pero las decenas de fotógrafos apostados frente a la alfombra roja se quedaron con las ganas de inmortalizar la sonrisa de niña mala de la norteamericana. Hubiera sido demasiado para el abuelo Barron: una Hilton promocionando un hotel de Meliá. La última travesura de la millonaria es su candidatura a la presidencia de EEUU. Ahora, Paris ha fichado a Martin Sheen como asesor, ya que, según su punto de vista, "es uno de los mejores presidentes ficticios" (en referencia a su papel en El ala oeste de la Casa Blanca ).