Hecha un desastre, con su nuevo look rubio platino, casi albino, aturdida y con una hora de retraso. Así se presentó la cantante Amy Winehouse (foto) a declarar en el tribunal de Londres en el que se está juzgando a su marido, Blake Fielder-Civil, que está en prisión acusado de atacar al dueño de un pub de Londres y de falsear pruebas. Según la revista People, cuando su marido abandonaba la sala, Winehouse le gritó: "Te quiero, guapo", y le lanzó dos besos. Fielder-Civil le respondió con una pregunta: "¿Te encuentras bien?"