Annie Leibovitz, una de las retratistas más prestigiosas del mundo, habló ayer sin tapujos sobre la muerte de su pareja, la intelectual Susan Sontag. Cuando Sontag estaba ingresada, la retrató en el hospital. Nunca se arrepintió de esa presunta invasión de intimidad. Las imágenes forman parte de la exposición que recoge el trabajo de Leibovitz desde 1990 hasta el 2005. La muestra, presentada ayer por la propia Leibovitz, recala ahora en Madrid hasta el 6 de septiembre.