El actor británico Anthony Hopkins pinta en sus ratos libres cuadros que hasta ahora han permanecido en el anonimato. Por primera vez, medio centenar de estas obras (en la foto, Orion, que cuesta 12.600 euros) se exponen desde ayer y hasta el sábado en una galería de Londres. "Su técnica consiste en usar el cuchillo como paleta para hacer gruesos. Su trabajo es salvaje, vibrante y generoso con el movimiento y el color", dice Jonathan Poole, comisario de la muestra.