Antonio Banderas ha sido nombrado copresidente honorario del Festival Cinematográfico de Los Ángeles en un evento en el que encontró tiempo para criticar a Hollywood por la enorme presión que supone el que siempre se busque a actores jóvenes. Aunque el artista desmintió los recientes informes de la prensa que afirmaban que planea mudarse con su familia a España, comentó a Efe que quizás esté listo para vivir en otra parte. "Los Ángeles ha sido una ciudad impresionante para mí personal y profesionalmente durante las últimas dos décadas, pero puede ser una ciudad agobiante", dijo Banderas, que cumplirá 48 años en agosto.

Por ello, aseguró que le gustaría mudarse a Nueva York. "Mis mejores momentos en América fueron cuando actuaba en Broadway hace unos años, me encantaría estar en el escenario otra vez y vivir allí. El teatro, antes que el cine, es mi verdadero amor", agregó. Banderas, que iba acompañado de su mujer, Melanie Griffith, y su suegra, Tippi Hedren, comentó algunas de sus quejas sobre Hollywood en el Teatro Billy Wilder del Museo Hammer en Westwood Village, una de las salas del festival, que finaliza el próximo domingo.

"Melanie es una de las actrices de comedia más importantes de norteamérica, pero Hollywood a veces puede ser muy cruel con las mujeres cuando envejecen", explicó. "Puede parecer un poco duro decir esto, pero Hollywood es como una fábrica que necesita carne fresca y una vez que las actrices llegan a los 40 ó 50, son olvidadas. Lo contrario de lo que pasa en Europa donde las actrices como Simone Signoret son respetadas mientras envejecen y trabajan hasta que mueren", comentó. De ahí que no le guste la posibilidad de que su hija Stella, de 12 años, llegue a ser actriz. "Es una profesión muy difícil y muy compleja".

"La presión en Hollywood puede ser realmente dolorosa y muchos jóvenes no pueden encarar los desafíos y pueden perder el juicio", dijo. Banderas, que actualmente escribe una película sobre el último rey árabe en España -Boabdil-, donde espera rodar esta historia, ya que es mucho más tranquilo y relajado que en California. "Cuando dirijo una película no quiero preocuparme por los presupuestos, el dinero o la audiencia. Simplemente quiero llegar a estar totalmente sumergido en el proyecto y hacer mi trabajo lo mejor que pueda", agregó. Respecto a su vida personal, reconoció que este año ha sido duro porque perdió a su padre a causa de un cáncer en febrero. Pero, "ahora que el verano esta aquí espero un nuevo comienzo", agregó.