La visita de Ashton Kutcher y Demi Moore a Valencia no resultó tan agradable como esperaban. El feliz matrimonio pasó por la ciudad el pasado mes de abril durante el comienzo de la Copa América de vela y allí, en el asiento trasero de un taxi, Kutcher perdió un objeto muy preciado: el móvil, donde, además de los teléfonos de sus amigos de Hollywood, el actor guardaba fotos de su mujer desnuda.

Si las fuentes que nombra la revista National Enquirer cuentan la verdad, por lo visto quien encontró el teléfono ha llamado a la puerta de muchas agencias de fotografía, pidiendo un millón de dólares por las jugosas imágenes. La publicación --una revista que venden los supermercados estadounidenses y que se dedica literalmente a destrozar a cualquier celebridad con un punto vulnerable-- asegura en su exclusiva que este hombre intenta venderlas desde el pasado abril.

EL DESNUDO DEL ACTOR "En algunas de las 35 fotos Demi aparece desnuda sobre una cama, con la espalda apoyada en una almohada estampada roja. En otras aparece con un sujetador negro muy sexi, también en la cama, leyendo lo que parece ser un guión. En una de las imágenes, Ashton, con el pecho descubierto y gafas de sol, se está fotografiando a sí mismo frente a un espejo con su teléfono", cuenta una de las fuentes anónimas que ha filtrado la noticia a la revista. Lo que no especifican es si quien encontró el móvil es español, pero sí que lo halló en el asiento trasero de un taxi. "El tipo se lo llevó a casa e intentó averiguar de quién era mirando en la memoria. Entonces vio las fotos". Por lo visto varias personas llamaron al teléfono preguntando por Kutcher, e incluso el propio actor decidió marcar su número. "Ashton consiguió hablar con él, le pidió que se lo devolviera, pero el hombre apagó el aparato. Nosotros lo vimos en septiembre. Pide un millón de dólares. Todas las agencias nos conocemos y sabemos que ha intentado vender las fotos en varios sitios", continúa la fuente.

"Cuando Demi y Ashton se enteraron de que alguien tenía sus fotos picantes no solo se avergonzaron, también se enfurecieron", explica la misma fuente. Para Demi Moore esta situación no es nueva. La protagonista de Striptease ya vivió otro embarazoso episodio cuando en 1983, la edición alemana de Playboy publicó un reportaje de la actriz desnuda, en plan porno, que había sido realizado tres años antes. Al final, la actriz zanjó el asunto tras casarse con Bruce Willis, en 1987, comprándole las imágenes al fotógrafo para que no pudieran volver a publicarlas.