A Charles Aznavour le siente bien la edad. Recién cumplidos los 84 años --el pasado 22 de mayo-- este ídolo de la chanson se apeó ayer de su gira mundial de despedida de los escenarios y presentó en el Instituto Francés de Barcelona su tercer libro Mon père, ce géant (Flammarion). Su autobiografía Le temps des avants (Flammarion), un best-seller en Francia, no se llegó a traducir al castellano. Lo mismo pasó con su segunda obra Images de ma vie, con fotos suyas comentadas.

Mon père, ce géant contiene 16 relatos cortos. Aznavour inventa historias relacionadas con el amor, la muerte, la familia, la religión y la fama. "No me interesa escribir cuentos de hadas, sino historias que aporten algo a la gente sobre lo que ocurre a nuestro alrededor. Es cierto que se me recuerda sobre todo por las canciones de amor pero he escrito muchas obras con temas sociales", recordó el cantante.

Para Aznavour, "escribir libros es muy diferente a escribir canciones". Y pone este ejemplo: "Piezas inacabadas, que quizá algún día termine y grabe, tengo unas 170, pero historias en prosa, ninguna", dice este hombre a quien no le extraña el fracaso de Francia en Eurovisión.

Compositor, cantante, actor, productor y escritor, Aznavour presume de ser "un autodidacta total". Si tuviera que escoger entre cantar y escribir, lo tiene claro: "Prefiero escribir que cantar porque quienes pasan a la posteridad son los pintores, los escultores y, a veces, los escritores". Preguntado por los periodistas, aseguró que no prevé retirarse.