Durante el rodaje en Barcelona de la nueva película de Javier Bardem, Biutiful , se adivinó, una vez más, que la realidad supera la ficción. En un descanso de las más de 20 tomas de una misma secuencia, dos miembros de la policía secreta increparon a los topmanta que trabajan como extras junto a Bardem, con la intención de requisarles la colección de Guccis, Pradas y Vuittones desplegados por el suelo. Pasados unos minutos, el equipo de producción acudió para aclarar que los senegaleses "están trabajando en una película".

Durante el día de ayer, el cruce de la calle Consell de Cent con paseo de Gracia respiró tanta dosis de expectación como secretismo por parte de la productora. Los curiosos amontonados a lo largo del cordón de seguridad se preguntaban si era Bardem de verdad. La caracterización del actor despertaba las dudas. Los más atrevidos no dudaron en retratar con su móvil la secuencia, a pesar de que el equipo de seguridad, con malos modales, prohibía a rajatabla captar la imagen de Bardem, advirtiendo a voz en grito que "las cámaras y los flases molestan al actor".

Al actor madrileño, que tras trabajar a la órdenes de Woody Allen vuelve a rodar en la capital catalana, pero ahora a las órdenes del mexicano Alejandro González Iñárritu, se le pudo ver con un semblante andrajoso. Bardem se ha metido en la piel de Uxbal, un personaje que, tras un pasado de trapicheos en el mundo de la droga, lucha por recuperar el equilibrio emocional tras un amor roto.

A lo largo del rodaje, el grito de "¡acción!" se escuchó más de 20 veces; luego la cámara se centraba en rodar un plano junto un banco diseñado por Gaudí y un platanero deshojado. Entonces Bardem se abría paso cabizbajo y cigarro en mano, susurrando al capo de los topmanta , mientras negaba con la cabeza. Durante la charla, entraban en escena los más de 20 topmanta y figurantes.

Sobre las cuatro de la tarde, González Iñárritu, conocido por Amores Perros, 21 Gramos y Babel , comentaba satisfecho la jugada a Bardem, que a los pocos minutos se iba a comer para después proseguir la sesión de rodaje hasta la noche.