Los príncipes herederos de Bélgica, Felipe y Matilde, bautizaron el pasado sábado a su cuarta hija, Eléonore Fabiola Ana María, en una ceremonia íntima en la capilla del Castillo de Ciergnon, situado en la localidad belga de Houyet, en el sureste del país. El padrino fue el conde Sébastien von Westphalen zu Fürstenberg y la madrina fue la princesa Victoria de Suecia.

El bautizo, oficiado por el cardenal Godfried Danneels, reunió a toda la familia real belga, y los reyes Alberto y Paola ejercieron de orgullosos abuelos. A la ceremonia de carácter familiar también asistieron los hermanos de la recién nacida, Elisabeth, Gabriel y Emmanuel, que después disfrutaron de una suculenta merienda en palacio.

Eléonore, que nació el pasado 16 de abril, ocupa el quinto puesto en la lista de sucesión al trono de Bélgica, tras su padre y sus tres hermanos.