A Silvio Berlusconi, dueño de un imperio televisivo que introdujo en España a las Mama Chicho y que en Italia tampoco rehuye las imágenes de mujeres ligeritas de ropa, le molesta que en un cuadro del siglo XVIII se vea el pecho de una señora.

El primer ministro italiano ha hecho cubrir dicho pecho, que se encuentra justo detrás de su cabeza cuando ofrece las ruedas de prensa en el Palazzo Chigi, su sede oficial en Roma. Un acto que ya ha desatado una nueva tormenta en Italia por la "estúpida" y "loca" ofensa al arte, a un maestro nacional de la pintura.

Fue el propio Berlusconi quien escogió una reproducción de El tiempo descubre la verdad de Giambattista Tiepolo (1696-1770), pintada en 1743, para decorar la sala de prensa del palacio. Pero sus asesores le alertaron de que el pecho de la mujer del cuadro, una señora melancólica y poco provocativa que representa La Verdad, quedaba siempre en el encuadre de las cámaras de televisión que le enfocaban durante las convocatorias con la prensa.

La solución fue fácil: aplicar un Photoshop pictórico y pintoresco al fresco y cubrir el seno con un velo. Según el gabinete del primer ministro, la visión del pecho podría "herir la sensibilidad" de los telespectadores.

El acto de pudor recuerda a lo que ocurrió a unas figuras desnudas que pintó Miguel Angel en El juicio final de la Capilla Sixtina.

Esas figuras desnudas provocaron el malestar de la Iglesia católica que le había encargado la obra maestra, por lo que se les colocó una especie de taparrabos para esconder sus vergüenzas. El regreso de Berlusconi a esos tiempos en que la Iglesia hizo adecentar cuadros con desnudos provocó ayer una oleada de protestas en Italia, sobre todo de críticos de arte. Vittorio Sgarbi, antiguo parlamentario y exasesor de Berlusconi en temas de arte, fue alertado por un periodista. "¿Qué han hecho?", preguntó cuando le explicaron el caso del cuadro de Tiepolo. "¿De verdad? Locos, son unos locos".