Bernardo Bertolucci, Ana Belén, Enrique Ponce y Ferran Adrià, entre otras personalidades del mundo de la cultura, acudieron ayer a la catedral de Toledo para recoger la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes, un reconocimiento que cada año concede el Gobierno central. La ceremonia estuvo presidida por los príncipes de Asturias.

En nombre de los premiados, Ana Belén hizo un emotivo discurso con el que calentó el ambiente dentro de la catedral. La cantante dedicó hermosas palabras a la música, al cine, la pintura y la cocina. Tras dejar claro que existe una delgada línea entre el éxito y la indiferencia, Ana Belén dijo que ningún artista puede renunciar a la droga del reconocimiento social tras lograr el aplauso del público.

El príncipe Felipe, que se acercó a entregar el premio al cineasta Bertolucci, cuyos problemas de movilidad le impidieron subir al estrado, afirmó que los galardonados han impulsado sus vidas con un "afán de superación". La cultura, concluyó, el Príncipe, hace más grande una nación.