Desnudos, tapándose sus partes más íntimas, Tony Blair y su esposa Cherie abandonan, avergonzados, la residencia oficial de Downing Street. Sus figuras, una evocación satírica de la expulsión del paraíso de Adán y Eva, ocupan el panel central del Tríptico de Irak. La obra denuncia el caos y la brutalidad de la más impopular decisión del primer ministro saliente.

El dibujo a carboncillo de 4,5 por 1,5 metros es una de las piezas centrales de la Exposición de verano de la Royal Academy of Arts en Londres, que atrae a 150.000 visitantes al año. A la izquierda de la pareja caída en desgracia, el artista Michael Sandle, de 71 años, ha dibujado un soldado británico golpeando con una porra a varios civiles iraquís indefensos, evocando los abusos protagonizados por el cabo Donald Payne. En el panel derecho, un montón de cadáveres. "No pensaba presentar nada este año, pero al final estaba tan furioso con Blair que lo hice", ha declarado Sandle, quien le acusa de "permitir que su vanidad lo destruya todo". "¿Qué pasa con los 650.000 iraquís que han muerto desde la invasión? ¿Quién y cómo va a pedir perdón por ellos?", se pregunta.